Emancipation - BadGirlGoesWorse

Capítulo 42.- Enfrentando El Futuro

El sábado por la mañana ya había pasado el desayuno, cuando Harry finalmente se despertó y se estiró lánguidamente en su cama y de Severus, en sus cuartos familiares en Hogwarts. A pesar de la buena siesta, todavía estaba cansado de la estresante semana que siguió al baile del Ministerio y se habría vuelto hacia un lado y se habría dormido de nuevo, si no fuera por el incesante dilema de su estómago vacío.

Severus estaba frío junto a él haciéndole sonreír mientras miraba su pecho medio cubierto levantarse y caer pacíficamente. Pese a todas sus insinuaciones de que tenía el sueño muy ligero, Harry dudaba de que ni siquiera un disparo de cañón lo levantara ahora mismo.

Saliendo de debajo de las sábanas, cariñoso, para no molestarlo, Harry se puso la bata sobre su cuerpo desnudo y entró arrastrando los pies en el baño para hacer sus necesidades y limpiarse, antes de arrastrarse hacia el comedor con la misma indiferencia.

Varias tazas de un té fuerte más tarde, él estaba más o menos de nuevo entre los vivos y cavó en su tostada, huevos y salchichas con gusto. Era agradable tener un servicio personal dedicado e infalible a su entera disposición, reflexionó, especialmente cuando uno no tenía absolutamente ninguna energía para hacer algo por sí mismo. Hermione realmente debería reconsiderar esa postura, aunque dudaba seriamente que P.E.D.D.O. estuviera en su mente en este momento.

Se había decidido por unanimidad que los niños lobo que habían encontrado en la cueva de Greyback no serían entregados al Ministerio. En cambio, serían adoptados y criados por miembros dispuestos de La Nueva Orden, ya que sus familias estaban muertas o no querían tener nada que ver con ellos. Lo último hizo que Harry se enojara excepcionalmente, pero se abstuvo de hacer algo al respecto, al menos por ahora. Ya tenía varios ajustes en las Leyes de Protección Infantil actuales en mente y Merlín ayudara a esos egoístas y fanáticos cuando él y los nuevos Servicios de Cuidado Infantil terminaran con ellos.

Bueno, tendría que alinearse detrás de Hermione, suponía. Ella había vuelto absolutamente balística al oír al respecto. No le sorprendería ver un borrador preliminar completamente escrito sobre toda una cadena de proyectos en su mesa antes de que terminara la semana.

Debería alentarla a estudiar Derecho después de Hogwarts en lugar de Medicina Mágica como originalmente tenía en mente. Ella sería de mayor utilidad para él en un futuro cercano como secretaria y consejera. Especialmente, una vez que ascendiera a la oficina de Ministro de Magia. Pensando más en ello, probablemente podría vendérselo diciendo que ella haría mucho más bien por la gente de esa manera que trabajando directamente con ellos. Por otro lado, realmente no había nada que le impidiera estudiar ambos. Ella era Hermione después de todo y no era como si tuviera que permanecer en la política para siempre. Él mismo no planeaba tener más de un mandato, dos como máximo, dependiendo de cuánto tiempo llevaría realizar todas sus reformas. Después, tenía todas las ambiciones de retirarse para poner las cuerdas detrás de la escena, preferiblemente trabajando desde casa.

Él sonrió soñadoramente en su taza. Aún más preferiblemente desde la cama, usando la espalda esbelta de Severus como escritorio. Dudaba que a Severus le importaría.

—¿Incluso quiero saber por qué estás sonriendo? —El sonido familiar de su marido sonó desde la puerta abierta.

—Buenos días a ti también, mi bella durmiente—Se estiró para picotearlo en los labios, ignorando el bufido burlón esperado. La sonrisa de satisfacción en los ojos de Severus cada vez que usaba términos cariñosos para dirigirse a él, contradecía cualquier desprecio expresado al respecto.

Severus se sentó y se entretuvo con un generoso desayuno, evidentemente también con hambre, mientras abría el periódico del día ignorando cuidadosamente las veinte pilas de cartas que había al lado. Severus usualmente lo ayudaba con su correspondencia solo después de haber comido bien y verdaderamente y ni un segundo antes.