Emancipación / Autor original: BadGirlGoesWorse/ Traductor: The Snarry's Archivist
~Disclaimer: Los personajes son propiedad y autoría de JK Rowling y WB.
Resumen: ¿Que queda por que hagan los dependientes cuando son traicionados por aquellos en qui...
Marzo dio paso a abril sin ningún acontecimiento de gran importancia. Si uno no cuenta el paso final de la nueva legislación sobre criaturas mágicas, que en sí misma era monumental en términos de progreso hacia la igualdad en la Bretaña Mágica. No hace falta decir que no todos estaban contentos con eso. Por lo tanto, el Ministro había decidido dar una baile con el fin de reunir algún apoyo de los miembros más destacados de la sociedad para ayudar a pacificar al público en general.
El baile se llevaría a cabo el sábado 21 de abril, un día después del inicio de las vacaciones de Semana Santa, para acomodar a algunos invitados de honor, que casualmente estaban en la escuela. En particular, un señor Harry Potter, que estaría acompañado por su estimado esposo, un tal profesor Snape.
Lord Voldemort cerró y dobló el periódico con un aire de satisfacción que no había sentido en mucho tiempo. ¡Finalmente! Finalmente, sus planes podrían seguir adelante. Había mantenido un perfil bajo durante las últimas seis semanas, con la excepción de una pequeña redada o dos.
Por un lado, sus números eran muy pocos en este momento para arriesgar algo más grande, con el reclutamiento casi inexistente. Y en segundo lugar, había estado esperando una oportunidad para arrinconar a Potter y Snape, donde tener acceso más o menos libre a ellos y nada había aparecido, hasta ahora.
Es cierto que una función del Ministerio no era exactamente un lugar público, ni sería fácilmente accesible. Sin embargo, dudaba sinceramente de que tuviera una mejor oportunidad en algún lugar en el futuro cercano y no era conocido por ser un hombre paciente.
No, ¡Él atacaría ahora! Ya había tenido suficiente de sentarse, preguntándose cuándo el primero de sus Mortífagos comenzaría a rebelarse. No podía permitirse esperar más.
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Harry estaba sentado a la mesa larga en la sala de conferencias principal de la mansión Potter con su esposo a su lado, inspeccionando a los oficiales y subordinados reunidos de La Nueva Orden con una calma que no muchos de ellos parecían sentir. El baile del Ministerio estaba a solo una hora de distancia. Por lo tanto, los que iban a asistir ya llevaban sus túnicas de gala. Los otros llevaban atuendo de batalla completo y llevaban a cabo redadas en varias casas de Mortífagos en ausencia de sus dueños.
Su nerviosismo era comprensible. Si las cosas iban bien esta noche, esto podría significar el final de la guerra con Voldemort de una vez por todas. Para igualar las apuestas, los riesgos que tomarían también eran bastante altos.
—Señoras y señores, esto es... —.
—La grande—Interrumpió un gemelo.
—La que todos esperábamos—El segundo gemelo siguió su paso.
Harry no pudo evitar sonreír en un recuerdo nostálgico. Aquellos habían sido tiempos más felices, de hecho.
—Gracias caballeros. Ahora, como estaba diciendo, esta noche vamos a pelear la batalla que, si no nos gana la guerra, al menos la decidirá a nuestro favor—.
