Me termine de vestir, como siempre todo ropa negra, me puse mis jeans negros de tiro alto, una sudadera corta toda negra, unos converse negros, me dejé mi pelo suelto, me mire al espejo, todavía estaba muy nerviosa, me senté en el sillón chico que estaba al lado de la ventana, el cielo estaba cubierto de nubes que no dejaban ver el sol, la puerta sonó, los nervios se apoderaron de mi ser, me paré, la mire por unos segundos, respiré y fue hasta ella, la abrí despacio, era Lucas, estaba vestido todo de negro.
- vamos a hacer esos ejércitos que te dije - dijo y pasó
- bueno
- veni - Lucas estaba sentado en piso con las piernas cruzadas, palmeó a su lado y me senté - estira los brazos y déjalos súper relajados, cerra los ojos - cerré los ojos y extendí mis brazos por enzima de mis rodillas - ahora respirar profundo y exhala suavemente por la boca - llene mis pulmones de aire, y de a poco lo fui expulsando por la boca - otra vez, despeja tu mente, trata de llamar a la cazadora sobrenatural que está dentro de vos - no sabía ir como hacer eso, trate de imaginarme ahí, casando demonios y arcángeles, con flechas, me visualicé en un campo obscuro y frío, trate de traer toda la energía que poseía, mis instintos, mis dones y todo lo que había aprendido, de a poco me venían las ganas de ir a ese bosque frío, abrí la puerta donde mi cazadora estaba atrapada, salió, vestida de negro, con un arco y flechas, cuchillos y mirada obscura y decisiva, abrís mis ojos de una, pude sentir la mirada de Lucas en mi.
- creo que ya salió - dije, y nos paramos
- cómo te sientes
- con ansiedad y energía - no sabía que era capas de hacer eso, de que solo era una simple puerta que tenía que abrir para que mi cazadora saliera
- eso es bueno - la puerta sonó, la abrí, era Dereck, también vestido de negro
- hora de irnos - ya no sentía tanto nervios como antes, fue como abrir esa puerta, me librara del miedo de los arcángeles.
- vamos - dije y salimos los tres de la habitación, bajamos al primer piso, una chica y dos chicos más estaban allí, el profesor Henderson nos esperaba con unos arcos y flechas.
- es para ustedes - dijo y nos las entrego - mucha suerte hoy - dijo y se fue, el principal se paró enfrente de nosotros.
- cómo saben no tienen horario de vuelta, vuelvan a la hora que la misión esté cumplida, les deseo mucha suerte y que tengan existo - el equipo no dijo nada incluyéndome, mire al principal, me miro con seguridad y confianza, no quería defraudarlo, a él ni a nadie de la academia.
- puedo ir con ustedes? - pregunto Lucas.
- si por supuesto - nos subimos al coche.
Íbamos dejando la academia atrás y mis nervios empezaron a venir de a poco, cerré los ojos un momento y luego los abrí, no podía volver a sentir esos nervios y ese miedo que me consumía.
Dereck me miro, bajo la ventana para que tomara aire.
- cómo te sientes? - extendió la mano, la tome
- mejor que ayer - dije y sonreí
- todo estará bien si - asentí y gire mi cabeza hacia la ventana, le solté la mano con delicadeza.
Nos dirigíamos a American fork canyon, en donde estaba el lago de los arcángeles.
Cada vez se ponía más frío el aire, el camino estaba rodeado de montañas y piedras, nos adentramos a un camino lleno de árboles y más piedras cubiertas por la vegetación.
Cada vez nos adentrábamos más en el canyon, trate de respirar el aire frío. Pasamos por una cabina, Dereck miro a la mujer, ella nos hizo una seña para que pasáramos, llegamos al lago, había arena con piedras pequeñas, del otro lado del lago de veía todo negro y lleno de pinos altos, bajamos, estaba súper frío, nos pusimos el arco cruzado en la espalda, mire a mi alrededor, el lago era grande, el lugar era hermoso, el lago se veía hermoso en la noche, y los pinos, dejando de lado que daba un poco de miedo e inseguridad tanta obscuridad, se veía hermoso y le daba un toque distinto al lago.
- vamos - dijo uno de los chicos, nos subimos a los botes, Dereck y Lucas iban remando, baje el brazo para tocar el agua, estaba súper fría. Mire los pinos, sentí un frío que me invadió todo el pecho, mi corazón se aceleró, me lo que toque, sentía que le frío me del pecho se convertía en ardor, mire a Dereck.
- creo que estoy sintiendo la conexión con el hijo del diablo - todos me miraron, mire otra vez a los pinos, el ardor era cada vez más fuerte, intenté respirar, pero dolía más, lo hice lento, sentía un dolor inmenso, cada vez nos íbamos acercando más, todos me estaban mirando, casi llegábamos a los pinos, el dolor se me estaba yendo de a poco.
Nos bajamos, el dolor se me había ido por completo, mire para atrás, los pinos eran más grandes de los que los pude imaginar, mire para el bosque, los pinos no dejaban que pasara el más mínimo rayo de luz.
- cómo estás Ainoha? - me pregunta el mismos chico, era alto, no lo podía ver bien.
- Estoy bien
- bueno, vamos.
Entramos en el bosque, estaba todos completamente obscuro - activen su vista - dijo y todos cerraron los ojos, hice lo mismo, trate de activar mis vista para ver el la obscuridad, abrí los ojos, respiré, funcionó.
Caminamos casi sin rumbo, el dolor me me vino de nuevo, pero esta vez más fuerte que antes, el ardor se apoderó de mi pecho.
- Dereck - dije, me recosté en un pino y me puse la mano en el pecho
- qué pasa? - Dereck vino hacia mi - estás bien?
- no, me arde, me duele mucho - sentía que el pecho se me estaba prendido fuego por dentro, respiré, fue peor, cada vez que intentaba respirar sentía que el fuego crecía cada vez más.
- quieres parar? - mire al vacío
- no, sigamos - seguíamos caminando, escuche un ruido entre los árboles, todos miramos para arriba en diferentes direcciones, parecía que alguien estaba rompiendo las ramas de los pinos, vimos una sombra pasarse de un pino al otro, un arcángel, empezó a saltar entre medio de los pinos, empezamos a correr para tratar de alcanzarlo, casi nos podíamos verlos, se movía súper rápido por los pinos, dejo de hacer ruido con la ramas, seguimos corriendo, veíamos una sobra que iba de pino en pino, el arcángel no hacía ruido, el dolor se me había ido, así que ese no era el diablo, se movía tan rápido y tan sigilosamente, seguimos corriendo, ya no vimos al arcángel, caminamos hasta un lugar en donde ya no habían pinos, miramos a un hombre, un arcángel, parado encima de una roca grande, su figura estaba alumbrada por la luz de la luna, miro hacia ella y extendió sus brazos, su espalda estaba desnudada, se desprendieron dos enormes alas negras de ella, cada vez las abría más, eran enormes, negras y hermosas, las abrió lo más que pudo, las movió repetidas veces, las subió eh hizo que se juntaran sus puntas, era el episodio más hermoso que estaba viendo, me habían encantado sus alas, una de las chicas sin querer piso una rama seca, el ángel giró su cabeza, abrió las alas, y las elevó, lo seguí mirando, estaba volando, sus alas se abrieron más, lo había perdido de vista. No dijimos nada y seguimos caminando, por el costado de los pinos, no entendía porque el ardor me venía de repente y se iba de la misma manera, vimos que un arcángel se paró el la roca donde estaba el otro, el ardor me vino otra vez, pero estaba vez más suave, no habíamos visto de donde había salido ese arcángel, se dio vuelta y quedó casi enfrente de nosotros.
- es ese - dije, el arcángel sonrió, todos me miraron - el diablo - empezó a correr en dirección apuesta a la de nosotros, corrimos detrás de él, iba esquivando las pierdas, entramos de nuevo entre los pinos, se subió a unos de ellos, corríamos detrás de el, no hacia ningún ruido, veíamos que su sombra se me movía, se movía con el sigilo del humo, su sombra parecía humo, empecé a correr más fuerte, iba adelante de todos, pude notar que el diablo me miraba, arrojo algo en mi dirección, la esquivé, arrojo otra rama fina con más punta, me rozó el brazo, seguí corriendo sin importar nada, paré en seco, todos paramos, apunté para los pinos, nos subimos a ellos, ahora podíamos ver mejor al diablo, íbamos un árbol menos que el, miro para atrás, no se de donde había sacado tanta energía, iba saltando de un pino al otro, casi sin darme cuenta, siguiendo al hijo del diablo, miro para atrás, se tiro del pino, hicimos los mismo, caímos y empezamos a correr de nuevo, paré de nuevo, ellos también, tome el arco y le coloqué una flecha, todos hicieron los mismo, seguimos corriendo detrás de el, veíamos una sobra corriendo enfrente de nosotros, que cada vez se alejaba más, paré de nuevo, el diablo también lo hizo, todos me miraron y luego lo miraron a él, se veía una silueta negra y nada más, caminamos hacia el, se puso una capucha negra encima de la cabeza.
- no me vas a tener tan fácil Gamboa - grito, se me erizo la piel - soy el diablo - siguió gritando
- es mejor que te rindas - dije, no se donde había sacado coraje para gritar eso
- esa palabra no está en mi vocabulario - no sabía a que distancia nos encontrábamos de él, salió a lo que se le podía decir la luz, una silueta alta negra parada unos metros de mi, se dio vuelta y comenzó a caminar, nosotros también, elevó la cabeza para arriba, se puso la mano en el pecho, alguien le había lanzado una flecha, siguió caminando, esta era mi oportunidad para desmayarlo, se iba agarrando el pecho, se saco la flecha, le disparan otra, me puse en poción, estaba a la distancia correcta, le lanzaron otra fecha, no sabíamos quien estaba haciendo eso y no podíamos verlo, fije mi vista en mi punto, la espalda del diablo, me centre en el, lance la flecha, el diablo gritó, cayó de rodillas dando gritos y gemidos del dolor, nos acercamos a él, cayo en el piso, no me quería acercar mucho a él, los chicos lo cargaron y fuimos hasta los botes, que para mi sorpresa no estaban tan lejos, mire de re ojo al diablo, un escalofríos me invadió el cuerpo.
Lo ataron en las muñecas y tobillos, cruzamos de nuevo el lago.
Lo pusieron en la cajuela del auto, y nos fuimos de allí.
Llegamos a la academia, mire la hora, las 3 de la madrugada, el principal, vino con otros hombres y se llevaron al diablo
- felicitaciones, sabía que lo lograrías, mañana celebraremos tu triunfo
- muchas gracias.
Mire a los otros chicos, moví me cabeza suavemente como dando las gracias, me sonrieron y se fueron.
Mire a Lucas, subimos a mi habitación junto con Dereck, me saque la chaqueta, tenía un corte en el brazo.
- te duele?
- un poco
- te lo curamos - dijo Dereck y fue a buscar un botiquín, me limpiaron la herida con alcohol, y después me la vendaron, se despidieron de mi y se fueron, me tiré en la cama, estaba exhausta.
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Hijo del Diablo
FantasyLos monstruosos también se enamoran, y no me importa si ese monstruo es un diablo , siempre y cuando me ame como al infierno. Y así fue.