Entramos a mi habitación, y nos sentamos en la cama, uno enfrénteme del otro, sus ojos estaban más azules que nunca, pero no brillaban, eran opacos y fríos.
- tienes que mostrarme y decirme todo - le, suspiro y me miro fijo a los ojos
- lo haré - moví la cabeza positivamente y le mire los brazos, estaban blancos, sin ningún rasguño ni señal de lo habían lastimado - me curó rápido, ya que me cuerpo, es ta como muerto, me ves, pero en realidad yo no existo - lo mire algo confundida - soy un arcángel, ósea un ángel expulsado, y jamás me dieron el privilegio de tener un cuerpo que sienta, por eso, es que estoy técnicamente, muerto.
- como un espíritu?
- un arcángel, hottie, prefiero que me digas arcángel, o diablo, no soy un espíritu, porque puedes verme - se rio, sus ojos azules hielo, me miraban fijo.
- ya lo se - le dije y sonreí - empezamos
- a que?
- a que me muestres y me des una explicación de porque hiciste lo que hiciste
- hottie....
- hottie nada, quiero ver. Dentro de poco voy a empezar a leer tus cicatrices, voy a saber de tu pasado, y ahora quiero ver tu futuro, por favor
- esta bien - extiendo los brazos con las palmas hacia arriba, las venas se le marcaban mucho, tomé su manos y cerré los ojos.Las venas de su cuerpo se tornaron color naranja y rojo, su cuerpo parecía estar prendiéndose fuego por dentro, los gritos de dolor retumbaban por l habitación, sus cicatrices se abrieron dejando cubierta de sangre toda su espalda, su respiración estaba agitaban y gemía de dolor, comenzó a golpear las paredes, cayó al piso.
Me soltó las manos y lo mire directo a los ojos.
- por que te va a pasar esto? - le pregunte, tenía los ojos cristalizados.
- no lo se hottie.
- pero hay una solución?
- no
- tú que sabes!
- hottie, no la hay - las ganas de abrazarlo eran fuertes, le rodeé el cuello con mis brazos, me tomo fuerte de la cintura, y me acercó a su cuerpo. Nos superamos y me sentó en sus piernas.
- cuando te pase esto puedo ir a verte?
- pero no se cuando va a pasar
- voy todos los días
- hottie...
- que?
- tienes que dejarme
- que? A que te refieres
- de que no podemos hacer esto
- no puedo cuidarte
- no puedes preocuparte por mi
- por que?
- porque quizás con el tiempo signifique otra cosa
- que cosa!? - le dije y lo mire a los ojos
- amor
- amor
- si, amor, es puta palabra que siempre cambia todo.
- todo que?
- todo
- no quieres que pase algo entre nosotros
- hottie...lo nuestro nunca se va a dar, soy un diablo y tu una cazadora supernatural, es imposible, es prohibido
- yo no estoy enamorada de vos - bajo la mirada
- ya lo se
- Bueno, mejor que lo sepas - le dije y me baje de la cama, lo que había dicho me había dolido, ya sabía que lo nuestro era prohibido, que era algo imposible.
- vamos - no dijo nada y se levantó de la cama.
Le puse unas esposas y nos fuimos, mi cabeza estaba confundida, no sabía que sentir mi que pensar, miles de cosas me invadían y sus palabras me retumbaban, "era imposible, era prohibido", llegamos al primer piso. Todo seguían ahí, nos miraban raro.
- llévelo usted - le dije al profesor, me miro.
- hottie....- no le dije nada.
- ve a mi oficina
- si - no lo mire y fui al elevador, subí hasta la oficina, la secretaria estaban ahí, siempre con su cabello recogido y sus labios brillantes, entre y me senté en la silla.
Me pase ambas manos por la cara, recordé sus ojos azules fríos, como me miraban, su rostro no expresaba emociones, pero algo me decía que no era así, que algo más había entre nosotros, algo el me estaba ocultando, porque salió con eso de la nada, de que no podíamos estar juntos y toda la cosa.
La puerta se abrió, el profesor se sentó en su silla.
- ya está la habitación lista para que empieces con la lectura de la cicatrices - una emoción invadió mi ser
- esta en el piso 10, es la última habitación, 840, mañana empieza si? Tenemos que saber todo ahora
- y no lo podemos preguntar
- el es el jefe de todo eso, hará lo que sea para proteger a los arcángeles, es su raza, su gente
- esta bien, mañana empiezo.
Mi fui a mi habitación, me senté en el sofa de l ventana.
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Hijo del Diablo
FantasíaLos monstruosos también se enamoran, y no me importa si ese monstruo es un diablo , siempre y cuando me ame como al infierno. Y así fue.