Parte 30

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sencillamente no pensé en ese momento cuando salí de aquella casa y cerré esa puerta detrás de mí, no llegue a imaginar que sintiera y ahora sentada en este taxi casi llegando al loft es que me doy cuenta de la estupidez tan grande que acabo de hacer.

cuando entre en él loft solo pensaba en una cosa o más bien en una persona, esa que se me había quemado en la piel o más bien tatuado, Damián, no dejaba de recordar su olor, su piel, su boca y en como no solo nuestros cuerpos se encontraron, sino en cómo nos compenetramos a tal punto de ser solo uno.

por mi cabeza rondaba una pregunta, había vuelta atrás? y si lo llamaba y le pedía que nos vieramos para explicarle mi reacción, se encontraría conmigo, me dejaría hablar o como es el, sencillamente otra vez nos veríamos envueltos en peleas y discusiones, mi cabeza rebobina una y otra vez el instante en que salgo de esa casa y me alejo de él o más bien no quiero aceptar que a lo mejor fue por miedo o rencor lo que llevó a poner distancia entre nosotros.

estaba decidida lo llamaría, nos veríamos y en ese instante sabría mi respuesta, solo al verlo daría con ella, lo que no me esperaba ni en millón de años, es ver sentado en la puerta interna del loft a Ricardo, parada frente a él y con los ojos entornados buscando algo en su expresión -que haces aquí, que quieres.

-hola para ti también, vamos Luna no me trates así.- se para y se coloca en frente de mí con ojos suplicantes y pensar que antes haría cualquier cosa por él o más bien por cada uno de ellos.- te trato igual que tu hicistes conmigo, pero tu cinismo es extraordinario, que quieres.

me le quedo parada viéndolo con las manos en la cintura, esperando una respuesta.- habla rápido, tengo cosas que hacer.- y lo más raro es que no mentía si tenía algo importante que realizar, una llamada.

-necesitamos hablar, esto no puede continuar así, nos conocemos todos desde hace tiempo y creo que las cosas se salieron de control.

- disculpa.- me le quedo viendo como cuando te cuentan un chiste que no tiene gracia.- las cosas no se salieron de control.- le corrijo.- ustedes, en más concreto Mateo y Tu, se montaron una película de cuarta y bastante mala por cierto.

lo empujó hacia un lado para poder entrar en él loft.- si me vas a decir algo ya estás tardando, sino ahí está la salida.- me volteo y camino hacia la cocina en busca de un vaso de agua, Ricardo entra detrás mía, este se sienta en uno de los taburetes que hay en la barra de la cocina.- no te equivoques mi vida vengo hablar por mi, tengo que explicarte mis razones nada más.

apoyó los codos en la barra de la cocina y coloco mis manos en la cabeza y respiro profundo antes de subir la vista y volver a mirar esos ojos color caramelo.- tienes 10 minutos para explicarte no te doy más y eso no te asegura nada, entiendes.- Ricardo me mira con una mezcla entre dolor y resignación, nunca imaginé verlo así, siempre se a mostrado muy seguro de sí mismo, sin importar lo que piensen de él, es como si fuera otra persona.

lo miro fijamente sin desviar la mirada, sin observar cualquier otra cosa a mi alrededor, pero aunque lo contemple por horas lo único que se me manifiesta son esos ojos tan únicos que muy bien conozco, que estoy empezando a extrañar y arrepentirme de haber dejado, vuelvo a respirar profundo cerrando mis ojos, pensando solamente en lo estúpida que puedo llegar hacer y en cómo mi orgullo me supera.

-Luna escucha.- empieza a decir Ricardo- todo esto que te voy a explicar me va a llevar más de 10 minutos.- cuando voy a responderle, una voz que conozco muy bien y que me produce un escalofrío en el cuerpo se hace presente junto al marco de la puerta de entrada al loft.- no te quejes, te está dando más tiempo que a mi.- mierda como sabe siempre en qué momento aparecer.

me quedo ahí parada como una estatua, me cuesta hasta parpadear, Dios creo que ni siquiera lo estoy haciendo, como puede con solo su voz descomponer mi mundo y hacer que mi cuerpo se paralice, no reaccione, mi cerebro no logra que mi boca o cualquier parte de mi ser se mueva, le miró tan fijamente y con tanta intensidad que se densa todo el aire del ambiente y no soy la única en sentirlo.- que haces aquí.- le dice autoritariamente y con cierto reproche Ricardo, él cual se coloca al frente de Damián exigiendo una respuesta.

Entre el Amor y el Odio  {COMPLETA} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora