Parte 24

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Al llegar al loft maldigo mentalmente el día en que me crucé con Damián, mis dedos no se quedan quietos y llamo a Roberto, tiene que decirme todo.

-hola Mateo, mi pana cuéntame.

- está al lado tuyo verdad- le digo a Roberto, por cómo me contesta- no importa escucha, tengo que hablar contigo será que nos vemos mañana, en el Templo un bar lejos de tu casa y de la mía.

-sí me parece bien.

-te veo allá a las 8 y trata de que no sepa nada Damián.

- perfecto, no hay problema.

- Roberto, muchas gracias te debo una, nos vemos mañana.

- seguro mi pana, hablamos.

Bueno ya estoy un poco más tranquila y ansiosa, necesito saber porque me odia tanto Damián, que tengo que ver en todo esto, es horrible pensar que la persona con la que quieres estar te quiere destruir.

No pude dormir muy bien, todo esto está acabando con mis nervios son las 7 de la mañana así que decido darme una ducha y salir a patinar, me coloco un mono de yoga a la cadera y un top, busco mi teléfono con los audífonos y lista para salir a despejar la mente.

Llevo un rato patinando y estoy bien lejos ya que este paseo peatonal es larguísimo, no me doy cuenta y veo nubes negras, empiezo a devolverme pero la lluvia me encuentra, decido que no me importa si me mojo así que sigo patinando como si nada, me encanta el paseo está solo y nadie me interrumpe.

Nota mental para mí, siempre salir a patinar cuando llueva, estoy prácticamente sola y la libertad que sientes es lo máximo, al pasar por la cancha en la que vi a Damián la primera vez me detengo, me acerco a la reja y me quedó bajo la lluvia viendo una cancha vacía, que hubiera pasado si todo fuera diferente.

-no sé si sabías, pero para bañarse existen las duchas.

Me volteo totalmente sorprendida viendo a la persona que me habla -me estás siguiendo- veo a Damián de forma sospechosa.

-no eres tan interesante.

-haaaaa ya veo, porque te estás mojando aquí al lado mío, podías seguir tu camino- le digo colocándome enfrente de él y con las manos en la cintura.

-podría decir que eres tú la que me sigue- se acerca más a mí, poniéndose de frente- siempre salgo a trotar a esta hora y que casualidad tu nunca estas por aqui, asi que tu me diras quien sigue a quien.

- no tenía ni idea y porque a esta hora, pensé que hacías ejercicio con los muchachos- el lo unico que hace es acercarse más a mi poniendo su mano derecha en mi cadera y pegándome contra la reja, mi respiración empieza acelerarse al tenerlo así tan cerca afecta mi sistema, no me muevo no hago nada solo lo observo fijamente.

lo único que interrumpe nuestras miradas es la lluvia que cae entre nosotros, por un momento miro hacia al cielo, cierro los ojos y trato que la lluvia moje mi cara y así eliminar el calor que Damián produce en mí, pero él con su mano izquierda me atrae hacia su boca.

besandonos sin control y con urgencia como si mañana ninguno de los dos fuera a estar, Damian poco a poco separa su boca y pega su frente contra la mía, con los ojos cerrados y su respiración agitada.-me vuelves loco, te necesito cerca, no se que me hicistes pero cada minuto estas en mi mente, en mis pensamientos y mi cuerpo te reclama.-de repente tengo que abrir mis ojos de par en par y verificar que el que tengo delante es Damián y no mi imaginación jugandome una mala pasada.

con mis mano agarro su cara y hago que me vea a los ojos, necesito que me lo diga de frente.-qué has dicho Damián?.- espero su respuesta pero solo se me queda viendo, otra vez tan fijamente que por un momento me pierdo en esos ojos extraños, cuando reacciono.-esto quiere decir que te vas a olvidar de toda la tontería de la venganza sin sentido, eso quiere decir que podríamos estar juntos sin tratar de matarnos.- pero se separa de mí y me da la espalda.

Entre el Amor y el Odio  {COMPLETA} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora