La tarde que pasé junto a Mark me hizo sentirme un tanto mejor después de todo lo sucedido el día anterior con Harry, sin duda, era un chico extraordinario, me sentía orgulloso de poder tener a ese chico como mejor amigo. Ambos siempre estaríamos el uno para el otro sin importar de qué se trata nuestros problemas.
Hace dos horas, después de que Mark se marchó a casa diciendo que tenía una cena con sus tíos, recibí una llamada de mi padre, donde me hacía saber que él y mamá pasarían la noche fuera de casa, no me sorprendía en verdad, solía ser así casa dos o tres semanas. Siendo honesto, podían hacerlo, no era yo quien para impedírselos, eran adultos y yo podía cuidarme solo. Suficiente hacían los cinco días de la semana en la que trabajaban para sustentar los gastos de la casa y los míos, estaba muy agradecido con ellos.
Después de cenar comida china que pedí a temprana hora, me mantuve en mi cama, esperando a que el sueño llegara y me invadiera por completo, no tenía nada más que hacer en lo que restaba del día —sabiendo que ya era tarde—, cerré las puertas al igual que la de mi habitación, era un vecindario tranquilo, no había mucho de qué preocuparse, ya me he quedado solo en casa otras veces y sé que todo estará bien.
Apagué las luces que iluminaban mi habitación, el reloj de mi celular marcaba más de las diez de la noche, a pocos minutos de ser las once, el vecindario era silencioso, el cantar de los grillos era lo único que lograba escucharse como eco en mi habitación, demás de mi respiración.
Estuve removiendo mi cuerpo de un lado para otro en la cama por un tiempo, hasta que miré nuevamente la hora en mi celular, pasaban las once de la noche, tenía un mensaje de mi madre deseándome las buenas noches. Quería dormir pero, realmente no podía hacerlo. Sentía la pequeña necesidad de abrazarme a alguien, quería hacerlo, aferrarme con fuerza y no soltarme.
Era una estúpida necesidad.
Cuando me di cuenta, ya estaba llorando, mis lágrimas resbalando por mis mejillas, de una manera lenta y torturosamente; una detrás de la otra, creando un mar de lágrimas llenas de dolor.
Restregué mis ojos, acomodándome de lado en la cama, cubriendo mi cuerpo hasta mi pecho y aferrándome a mi almohada.
Sabía a qué se debía esa necesidad y era aún más tonto el volverlo a pensar y tener nuevamente la necesidad de aferrarme a algo o alguien, querer llamar y hacérselo saber.
El colchón detrás de mi se hundió un poco, se alzó la sábana con la que me abrigaba y comencé a entrar en pánico, alguien había entrado a casa o podía solamente tratarse de un fantasma.
—Oye, no llores, lindo. —Mi cuerpo se erizó por completo al tacto de su voz en mis oídos y de su aliento en mi cuello y hombro— Estoy aquí por y para ti. —Su brazo rodeó mi cintura, se pegó por completo a mi cuerpo— Sé que la hemos pasado terrible que, lo que ambos queremos, tenemos que obtenerlo de manera diferente, cada quién es lo que es...
—¿Qué haces aquí, Harry? —Pregunté, sorbiendo mi nariz y limpiando mis lágrimas— Estaba por dormir.
—Estabas llorando... —Replica— Además, quiero que me escuches.
Solté un pequeño gemido, quería llorar con fuerza y sumergirme entre sus brazos, sentirme protegido y querido por él —aunque fuese todo una mentira—, inhale y exhale, no me permitiría llorar de nuevo, ¿Qué tan jodido tengo que estar para pasármela llorando siempre? Tan jodido como ahora.
Lentamente, me giré, su cuerpo estaba cálido, aún sabiendo que la mayoría de las noches eran frescas, pero, este no era su caso. Cuando estuve completamente frente a él, no evité derramar un par de lágrimas que fueron limpiadas por él, por su suave y delicado tacto que aún así dolía, que me mataba lentamente.
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N O T E S
Short Story❝ Y lo peor fue cuando esperé palabras que nunca llegaron. ❞ Ó ❝ Llegaron en el momento menos oportuno. ❞