𝓓𝓪𝓭𝓭𝔂

07

Un mes después...

— ___, hija mía. Necesito que me acompañes al supermercado.

Bajé a la sala de estar. Ahí se encontraba mi mamá con su bolso en mano, buscando las llaves del auto. Me acerqué a ella. Para poder salir. Mamá solía hacer las compras una vez al mes. Justo ayer quería cenar un rico manjar, pero no había nada, más que un cartón de leche y limón seco y un contenedor de yogurt. Siempre iba con ella, me gustaba ir, aparte de que me compraba mis chocolates preferidos. Y también por qué me gustaba seccionar el shampoo con olor a frutas tropicales que a mí tanto me gustaba. Taehyung no se encontraba en casa. Por lo que nos fuimos sin decir una cosa más.

Subimos al auto, mi mamá en el asiento del piloto y yo en el del copiloto, fuimos rumbo al supermercado.

Al momento de llegar mi mamá tomó un carrito de compras, de donde estaban todos los demás. Antes de entrar, me tendió una pequeña lista.

—Para que sea más rápido, toma está lista —la leí con velocidad. Y asentí.— En cuanto tengas todo, vas a buscarme. ¿De acuerdo?

—Sí, madre.

Y así fue. Cada quien se fue por su camino. Yo me dirigí a la sección de cereales. Tomé en mis manos una enorme caja de mi cereal favorito. Uno de hojuelas de maíz con canela. Se encontraba hasta arriba de la repisa, lo alcance con éxito. Rápidamente fui con dirección a la sección de lácteos, cogí un bote de yogurt natural, helado de fresa y un galón de leche. Todo lo llevé al carrito. Mamá estaba en la sección de frutas, ya había colocado manzanas, naranjas en el carrito, ahora estaba pesando unas peras.

Tiempo después estábamos en la caja, los productos estaban siendo escaneados y poco a poco con mi madre íbamos acomodando todo en las cajas que estaban en el carrito. Mamá terminó de pagar y nos fuimos.

Ya estando en el carro mi mamá y yo estábamos hablando, sobre su trabajo. Dijo que en menos de cinco meses tendría que irse, por una semana al extranjero. Eso quería decir que Taehyung estará en cargo de mí. Cosa que como ya había dicho no me gustaba.

—Vamos a pasar a la farmacia, por favor ve por una caja de analgésicos y una caja de esas pastillas que sueles tomar durante esos días, en lo que paso al banco a depositar la mensualidad de la casa, ¿está bien? —habló mi madre y yo asentí.

Bajamos del auto y cada quien camino por su lado, nuevamente. Caminé la farmacia y espere mi turno, no había mucha gente haciendo fila.

Estaba en mi mundo, en mi cabeza estaba tarareando una canción de mi banda favorita mientras esperaba mi turno. No dure mucho tiempo de pie, solo quedábamos un hombre y yo, solo una persona para ser atendida, casualmente la persona a un lado de mí era mi vecino. Aquél qué hombre de piel blanquiza que logró captar mi atención desde aquella tarde. No cabe duda que ahora mismo estoy sintiendo mi pancita revolver se, esa sensación extraña cuando nos da nervios algo o cuando vemos a alguien que nos gusta. Mi corazón latía de manera desesperada y mis músculos se tensaron un poco. No tenía idea de quién era, solo sé que es dueño de la mayoría de casas que estaban en mi cuadra y entre ellas incluye la mía. Un simple desconocido es capaz de hacerme sentir inquietud, ¿Cómo es posible eso?

El hombre estaba en la farmacia también, a escasos metros de mí. Estaba comprando preservativos. Como cualquier otra persona, uno tiene necesidades. Y prácticamente no le veo nada de malo, mamá dice que él no es casado. Tengo muy en claro que quizá, sólo quizá... Se la pasa muy bien con muchas mujeres a su alrededor.

Finalmente sus ojos felinos de color marrón oscuro, se centraron en mí. En ese momento, mis mejillas se pintaron de una color rojizo, no tanto pero sí se podría llegar a apreciar el color.

Y me sonrió.

Yo hice lo mismo, antes de marcharse me guiñó el ojo y sin decir nada más se retiró.

Llevé la palma de mi mano a mí mejilla izquierda y sentí mis mejillas arder.

[...]

Ya era de noche, Taehyung y yo estábamos sentados en el sofá mientras veíamos la televisión, un programa algo interesante. “King of the Mask singer”, el reallity show en donde van famosos a cantar ocultando su persona detrás de un disfraz. Muy bueno por cierto. y mi mamá hacía un poco de trabajo manual en la cocina.

—Apuesto a que él no llegará a la final —mencionó mi hermano.

—Yo también creo eso.

Justo estaban por anunciar el eliminado de esta noche, pero antes comenzaron los cortos comerciales, maldita sea.

Aproveché el tiempo para subir a mí habitación y ponerme la pijama. Comencé quitándome los shorts que tenía y luego mi blusa. Ahora tenía puesta mis bragas y mi sujetador duré poco tiempo así, me estaba checando en el gran espejo mientras colocaba mi pijama, sin percatarme que las persianas de mi habitación estaban completamente abiertas. 
–Mierda –pensé, mientras checaba sí había alguien ahí.

Tragué saliva al verlo ahí. Justo enfrente de mi habitación, en la casa de a lado, estaba él sentado. En ese momento un hombre mucho mayor que yo estaba observandome desde su habitación. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí?

Lo ví detalladamente y al verme lo único que hizo fue relamer su labios y guiñar su ojo.

Pervertido.

Cerré inmediatamente las persianas y solté un suspiro. Mi vecino acaba de verme semi desnuda desde ventana. Que vergüenza, quiero que la tierra me coma en este momento.

Nos leemos luego.