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Alguien carraspeó antes de decir: —Permiso.

Inmediatamente él y yo nos separamos, al momento que yo besaba su cuello y sus pálidas clavículas me olvidé del mundo.

Repose mí frente sobre su pecho y reí bajo, alguien nos había visto y no dijo nada más que un simple permiso e irse al baño sin hacer nada.

Él rodeó sus brazos al rededor de mi pequeña cintura, parecía que en este mundo no haría nada si exponemos nuestra... “relación”

—Hay que regresar, tú irás primero y luego yo —afirmó él, sacando del bolsillo de su saco el móvil—luego te alcanzo.

Sin más, asentí mientras me dirigía hacia allá.

Cuando llegué a la mesa, mamá, Taehyung y Seokjin estaban entretenidos con el show que acaba de comenzar. Ellos no dijieron nada, quizá por lo mismo. Pero gracias al cielo que no lo hicieron.













—...y en verdad quiero ir...

—¿___?

Estaba totalmente perdida.

Estaba pensando en que los últimos días he estado más que feliz con todo lo que ha pasado con él...

Lo de la cena fue hace tres días y justo ayer tuvimos otro encuentro. Todo se dió por qué mamá me había pedido que fuese a dejar su corresponsal a su casa ya que nos lo habían dado por equivocación, pero gracias a ello, también intercambiamos números, esto fue por qué, según él... lo nuestro sería más íntimo, él estaría más al pendiente de mí, me preguntaría como han estado mis días y cosas así. Lo normal.

Pero bueno, dejando eso aún lado. JiMin y yo estábamos en el patio, sentados debajo de un gran árbol de manzanas. Justo unos minutos comenzamos a hablar sobre el descanso primaveral que nos otorga la escuela en cada época —como su nombre lo indica: primaveral— cada año. Nos dan dos semanas de descanso, para ser exactos. De ahí, no recuerdo absolutamente nada de lo que estaba diciendo pues como ya lo habría mencionado, estaba recordando lo que últimamente he hecho a lado de YoonGi. Dios, no puedo pedir por más.

—¿___? ¿___?

—Ah, sí.

Tragando saliva, miré a Jimin un poco nerviosa. Sonreí tímida pues en verdad no le había prestado atención en nada.

Malditos pensamientos.

—¿En qué tanto piensas? —me pregunta arqueando una ceja.

—En nada importante...

—¿En serio? —me pregunta un poco sarcástico y negué con la cabeza soltando una risita burlona y alborotó mi cabello –pero no tanto– finalmente cogió aire y sonrió —. Bueno, ¿Entonces tú qué opinas?

—Vamos ___ ¿Que dijo Jimin? —me decía un voz interna. —Vamos trata de recordar al menos algo.

—Pues...

Iba a responder, pero no lo hice. Me interrumpieron.

—___, ¿Tienes un momento para hablar?

En ese momento dirigí mi mirada hacia aquel cuerpo que bloqueó los rayos del sol sobre encima de mi cuerpo –a pesar de estar debajo de un árbol–.
Mis ojos se entrecerraron al verle parado justo en frente de nosotros. Fruncí los labios y dudé sí responderle o no. Inconscientemente giré mi rostro  hacia Jimin. Él encogió sus hombros e hizo una mueca.

𝓓𝓪𝓭𝓭𝔂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora