𝓓𝓪𝓭𝓭𝔂

22

—¿Qué es una crisis económica?

Antes de que Jimin me diera la respuesta, se quedó pensando por un corto tiempo.

—Es... es... c-cuando se sufre de escasez en la producción...—vaciló e hizo una breve pausa, debatiéndose internamente sí lo que estaba diciendo era correcto—, comercialización y...

Creo yo que su mente quedó en blanco.

—No importa, tienes tiempo para aprenderte los conceptos.

Nos habíamos reunimos después de clase en los mesas de la cafetería, nuestro proyecto de economía consistía en hacer un trabajo de investigación sobre un tema visto en clase, nada del otro mundo.
Al final, JungKook terminó "aceptando" a Jimin en el equipo. Tienen sus diferencias, pero evitan a toda costa el ponerse a discutir por cualquier cosa. Agradezco mucho ese hecho, no quería tener que estar frustrandome.

—¿Que hay de tí Kookie, ya has repasado lo que te toca?

—Obvio.

Su respuesta fue sencilla, nuevamente estaba embobado en su móvil. De los 80 minutos que llevamos aquí, no ha hecho nada más que sentarse, y textear en su celular. Se podría decir que me estaba irritando un poco.

Mi móvil comenzó a vibrar.
Pues me había llegado un mensaje de texto, mi hermano:

▶️ Taehyung:

Ven pronto a casa.
Es urgente.

¿Que pasa?
Estoy ocupada.

▶️ Taehyung:

Solo ven, hay alguien
que quiere verte. 🙄

Y sin más, tuve que guardar mis cosas, con el fin de ir a casa.

—¿Hemos terminado por hoy? —inquirió JungKook al momento de ver cómo metía mis cuadernos a mi mochila.

—Sip, mi hermano dijo que hay alguien que quiere verme y que es urgente —respondí —. Pero mañana quizá...

—Podríamos ir a mi casa —sugerió Jimin.

—¿A tú casa? —Jeon hizo una mueca—¿A qué iríamos?

—A hacer el trabajo que más —respondió Jimin, sin más —. Estaríamos más cómodos y...

—De acuerdo —bufó JungKook. A veces solía ser bipolar.

—Suena bien —sonreí—, bueno me tengo ir. Nos vemos mañana ¿Vale?

—Yo te acompaño a tu casa—dijieron ambos al unisono. Y al percatarse de ello, ambos se miraron; asesinandose con la mirada, casi casi.

—No hace falta —besé a JungKook en la mejilla y por último le sonreí a Jimin, antes de irme.

Cuando llegué a casa, lo primero que ví fue a mi hermano sentado cómodamente en el sillón, acompañado de alguien, cuyo cuerpo fornido había reconocido al instante.