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YoonGi.

Una enfermera salió luego de haber venido a verme si es que todo está bien. Hoseok se había ido hace rato, dejándome solo y aburrido. Tenía una horrible jaqueca más aún pues la enfermera que cuidaba de mí no dejaba de mirarme y tenía un amargo sabor en la boca. Me sentía terrible.

Quería conciliar el sueño por qué realmente las pupilas le pesan y puedo jurar que tengo ojeras visibles. Pero no pensaba dormir hasta saber realmente que estaba pasando. Tuve un accidente, pero no tengo idea sí fue algo grave o no como lo comentaba Hoseok cuando estaba aquí.

Pensé que tendría más tiempo para poder recordar al menos algo más. En eso, escuché voces provenientes del pasillo. Pocos segundos más tarde abrieron la puerta. Era Hoseok, acompañado de una dama pelirroja de tez blanca y ojos azules.

—Hola que tal sr. Min —habló ella al entrar—, soy la agente Kang, Kang So-yeon. Espero y se encuentre mejor, tengo varias preguntas por hacerle.

De su bolsa sacó una pequeña libreta y un bolígrafo mientras se acercaba a mí y poder escuchar de cerca lo que sea que podía recordar.

—Yo estoy bien, pero quisiera saber...

—Escuché señor Min, yo sé mucho sobre usted, y sabiendo la persona que es usted créame que no puede ser un simple accidente.

Puede que no sea un simple accidente.

Esas palabras hicieron que la piel se me pusiera de gallina. ¿Y si tenía razón? O puede que no y nadie tenía que ver con lo que sucedió.

La miré frunciendo el entrecejo. Quería cruzar mis brazos pero debido al yeso que tenía no lo logré. Gemi de dolor, el cuerpo me estaba matando. Siendo sincero ya no quería estar. Quería volver a casa, quería descansar en mi cama.

—Me podría explicar cómo es que usted piensa que existe una posibilidad que esto no haya sido un accidente —pregunté un poco alterado.

—Ya se lo he dicho señor Min. Siendo unos de los empresarios más importante de la ciudad debemos investigar su caso, le agradecería muchísimo sí usted aporta algunas cosas.

—De acuerdo...

—Primero, ¿recuerda algo sobre aquel impacto, lo que sucedió durante o antes de lo ocurrido? —preguntó ella, mientras jugaba con la pluma.

—Bueno, recuerdo que en esa noche iba a casa de mi amigo Hoseok —lo miré a él y lucía asombrado. Recuerdo no haberle dicho nada aquella –respecto a que iría a su casa– me quedé en silencio por unos segundos antes de seguir comentando. Recuerdo que también esa noche... ella me dijo que todo... terminó.

Me quedé boquiabierto, y casi paralítico. Abrí los ojos como platos y no despegaba la mirada sobre un punto de la habitación. Tragué saliva y respiré hondo. Recordando sus palabras y lo débil y rota que se veía aquella noche. A pesar de que estábamos a oscuras, gracias a la luz tenue de la luna, pude ver al menos por última vez sus ojos que derramaban lágrimas y sus pómulos marcados, junto con los labios hinchados a causa de los hambrientos besos que le había dado ya que no la había visto hace días.

Recordé que fue por eso que tenía pensado ir a casa de Hoseok...

En ese momento me dí cuenta que me sentía despechado. Era eso. ¿Pero por qué?

¿Por qué me dolió tanto el verla así, tan deshecha pidiéndome que le respondiera una simple pregunta?

¿Por qué actúe de esa manera cuando me dijo que me fuera y que terminaba con todo esto? Sí yo le especifiqué que la única forma de librarse de mí sería el que ella decidiera ponerle fin a esto. No tenía por qué pedirle que cambiara de opinión... había sido muy claro. Pero... ¿que me pasaba?

—Y ¿que más? ¿De dónde salió?

—De mi casa... —mentí, ví como Hoseok cruzaba los brazos y levantaba una ceja mirándome con cierta seriedad. Quizá no era el único que quería detalles de todo lo que yo recordaba que había sucedido.

—Ahora dígame ¿Ha recibido algún tipo de amenaza o una controversia? —preguntó ella, mientras seguía escribiendo. Me quedé atónito ante su pregunta. Ella lo había mencionado antes. Siendo la persona que soy. Era algo que quizá comúnmente podría recibir ese tipo de cosas. Pero siendo franco, no. Para nada.

—No.

Hoseok y ella me miraron fijamente, la respuesta no era la que esperaban.

Ella relamió sus labios y acomodó bien los lentes que traía puestos, pero no dejaba de jugar con su bolígrafo.

—¿Seguro está de eso?

—Sí.

Pasaron otros minutos más y ella abandonó el lugar, dejándome a Hoseok y a mi a solas. Me sentía cansado. Y estaba apunto de pedirle que me dejara solo, pero él se me adelantó a preguntar lo siguiente:

—YoonGi... ¿A qué carajos ibas a ir a mi casa? —preguntó al fin. Siendo tan directo como yo lo era con él.

—¿Que no puedo ver a mi amigo? —le pregunté sarcástico.

—Mi casa es tu casa YoonGi. Pero tú siempre me avisas. Y está vez...

—Tenía planeado ir a un bar, pero decidí que podría ser bueno ir a casa a tomar tranquilamente, es eso —mentí, realmente me agobiado y muy malhumorado. Realmente no quería dar explicaciones. —Bueno, dejando eso a un lado... ¿tienes idea como fue que me encontraron?

—Ya te lo dije un tal Min Jong te trajo. No sé los detalles, solo sé que gracias a él estás bien —dijo con cierta felicidad en su rostro —, pero YoonGi, no se te hace raro...

—¿Que cosa?

—Mira, la detective Kang vino por qué yo se lo comenté —siseó—, según informes de la comisaría, tu auto se derrapó en el asfalto y chocaste contra un muro. Dudo que haya sido un accidente, eres un buen conductor.¿Cómo diablos un auto de último modelo tenga un derrape? Para mí esto fue arreglado.

Hoseok se escuchaba decidido. Quizá en cierto punto tenía razón. No solo pude ser un accidente como yo lo decía... alguien pudo estar detrás de esto. Y mi amigo resultó ser más inteligente que cualquiera.

Asentí después de procesar sus palabras. No cabe duda qué Jung Hoseok es inteligente. Eso me agrada de él. Pero sí de algo me inquietaba, era lo de aquella persona que acudió mi ayuda. Había escuchado su nombre, en cualquier parte, pero sinceramente mi mente estaba en blanco. Quizá solo era un nombre parecido al qué alguna vez escuché por ahí. En verdad estaba preguntándome muchas cosas. Pero la que más me hacía falta saber la respuesta era de ese hombre quién me trajo aquí. Necesitaba agradecerle y para ello necesitaba conocerlo en persona.

—Hoseok.

—¿Sí?

—Quiero que llames a mi asistente. Necesito saber quién es el hombre que acudió a mi ayuda esa noche. Necesito conocerlo.

—De acuerdo eso haré.

Perdón por actualizar a esta hora. Tenía pensado subir el capitulo más temprano pero tuve un inconveniente.

Mañana subiré el otro más temprano, ¿está bien?

Por cierto, mañana también subiré el primer capítulo de Mr. Kim y actualizaré las demás historias ya me pondré al corriente con las actualizaciones. Así que estén atentxs sí es que leen las demás historias.

Bueno, no me queda más que decirles que se cuiden muchísimo y echelen muchas ganas, cualquier error háganmelo saber. 💜

𝓓𝓪𝓭𝓭𝔂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora