—Sacamos un diez de calificación en nuestro trabajo de economía —chilló Jimin de felicidad.
Valió la pena quedarnos hasta tarde ese día después de la escuela. Día en que por sorpresa, Jin llegó nuevamente a mi vida.
En la hora del almuerzo, Jimin dijo que fuéramos por un helado después de clases, algo así como para pasar el rato.
Claro que quería ir, Jimin y yo nos hicimos buenos amigos. Tanto que he olvidado por completo tener una amistad con mis amigas, Nayeon y Lía.
—No, no sé...sí podré.
—¿Por qué no? Andale...
Él y yo estábamos caminando hacia la salida de la escuela estaba insistiendo me.
Nuevamente le diría que no pero alguien llamo a su celular.
Me aparte a un lado para dejarlo a hablar tranquilamente sin invadir su privacidad.
Era su padre, lo supuse por qué se escuchó claramente la voz de un hombre llamarlo por su nombre. Y al parecer estaba enojado.Jimin no duró mucho tiempo en el celular.
—Debo irme.
—Oh... ¿Ocurrió algo?
—S-sí, quizá lo del helado puede esperar —sonrió sin mostrar su dentadura. —¿Te veo luego?
—Sí, sí, claro.
Él se despidió de mí y salió casi casi corriendo, espero y no esté en graves problemas, ya que él me dijo que ayer había llegado tarde a casa. Pero que ya después hablaríamos del tema.
Entonces yo también dispuse a ir, justo cuando salí, él estaba justo allí. Vestía de traje costoso y estaba afuera de su deportivo, recargado. Cómo sí le importara poco sí la gente lo mirara.
Tragué saliva y caminé hacia él, procuré no llamar la atención de todo el campus, pues ya era la hora de la salida y todos están desesperados por largarse de la escuela e ir a dónde sea, metros de aquí.
Al llegar a dónde él, sonrió ampliamente sin separar los labios, se veía bien.
Ante su reacción también le sonreí amable.—H-ola —le saludé en voz baja, casi inaudible.
No voy a negar que siempre nos vemos al principio suelo ser muy callada y tímida al mantener una conversación con él. Es que, produce muchos sentimientos en mí. Mi estómago se estremece y mi corazón palpita a todo lo que da y claro, tampoco puede faltar mis mejillas que luego de verle a los ojos se pintan de un sutil color carmín.
—Hola preciosa —me susurró al oído acompañado de un beso en el lóbulo de mi oreja. En ese momento sentí un escalofrío recorrer mi piel, siempre que hace eso me siento inquieta, con ganas de hacer que lo haga frecuentemente. No está de más pedirle que lo haga, ¿Cierto?
YoonGi me hace sentir bien.
Puedo hasta decir que cuando intercambiamos números –que no se fue hace mucho– puedo afirmar que me hace los días. A veces intercambiamos fotos, y audios, ya se sabrá de que tipo, pero bueno. Lo importante aqui es que podemos mantener contacto, pero siento que estoy dependiendo de ello...
¿Se está volviendo algo adicto?
Quizá sí.
ESTÁS LEYENDO
𝓓𝓪𝓭𝓭𝔂
Fanfiction✨ Después de ver a su vecina desnuda a desde su ventana, Min YoonGi se dará cuenta que aquella joven sería la indicada de saciar aquellos actos impuros, que solo él sabe hacer. ATENCIÓN: está historia la escribí por allá del 2018 (creo) por lo que h...