Superman y Batman 2

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Ni Superman ni Batman me pertenecen


—Batman...— Comenzó. —Quería hablar contigo porque he notado que pareces estar evitándome, creí que tal vez había hecho algo para molestarte y quería disculparme porque... bueno... eres mi mejor amigo y... Te Amo— Se dio un golpe en la frente para luego restregar ambas manos con fuerza contra su cara soltando un bufido frustrado. —Sí, como no, como si fuera a decirle algo así— Murmuró en la noche de Ciudad Gótica, de pie en uno de los edificios más faltos de luz que encontró.

Supuso que en lugar de estar ahí practicando consigo mismo, debería comenzar a realmente buscar a Batman; había venido hasta aquí porque algo le pasaba a su mejor amigo, no era nada muy marcado, no era como que Batman hubiera dejado de hablarle, pero se notaba... algo desanimado y sí, bueno, podía parecer que Superman había perdido la cabeza, porque para empezar Batman no era la clase de persona que cantaba junto con los pájaros por la mañana, vestía de rosa y le sonreía a todo el mundo... La persona que amaba era algo reservado, amante del negro y sonreía en ocasiones especiales (dejando a Superman embelesado, justo como imaginaba debía sentirse ver una obra de arte, justo como se sentía al escuchar su canción favorita).

Últimamente, Batman no relajaba los músculos de sus hombros al saludarlo (como solía hacer) o los músculos de sus labios, casi siempre tenía algo ocupando sus manos y dueña de su atención (la computadora, algún nuevo documento que requería ser leído, sus gadgets...) por lo que ya no recordaba la última vez que había sido visto a los ojos por el hombre (Jueves de la semana pasada a las 2:50 de la mañana) y lo más aterrador de todo era que... creía haber alcanzado a escuchar una pequeña alteración en el corazón de su amigo... el corazón que siempre estaba estable, a veces comenzaba a escucharse ajeno... se escuchaba como un simple lapso de taquicardia, pero... ¿Qué tal si Batman tenía alguna enfermedad cardiaca? ¿Y si no lo sabía?

¿Qué tal si estaba enojado con Superman, tan enojado que su corazón se aceleraba ante la ira acumulada?

Era urgente hablar con él.

Se relajó, cerrando los ojos, para concentrarse únicamente en su audición.

Lo había encontrado.

—...Llama a la Doctora Leslie— Lo escuchó susurrar, acompañando sus palabras con una respiración entrecortada... su corazón latía aun más rápido de lo que lo había escuchado estos días.

Algo no estaba bien.

Se apresuró a llegar hasta el hombre.

Encontrándolo en un callejón oscuro, un poco encorvado.

—Batman— Llamó, logrando exaltarlo (no recordaba la última vez que había logrado hacer eso), tenía miedo.

Batman reajusto su posición, mirándolo directo, imponiendo autoridad como siempre. Y Superman casi sintió que podía relajarse.

—¿Qué haces aquí? —

—Yo...— Justo cuando estaba tratando de dar una explicación Batman tomó aire (justo como alguien a punto de hablar), cerro los ojos y de repente su mejor amigo estaba cayendo.

Superman tenía super velocidad, por lo que era imposible que lo dejara caer; lo atrapó, sintiendo a sus manos temblar y un pánico con la capacidad de paralizarlo, envolverlo.

—¡Batman! — Llamó al tiempo que alcanzaba a percibir ese olor (con el que estaba más familiarizado de lo que le gustaba admitir) ... sangre.

Justo después de su llamado el hombre pareció estabilizarse nuevamente sobre sus pies y recuperó la suficiente fuerza como para querer apartarlo de él.

Cariño, por favor, sé realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora