And I can't stop myself from falling down

11.3K 805 326
                                    

Ni Superman ni Batman ni la Liga de la Justicia me pertenecen.

Acepten este humilde tributo como muestra de mi gratitud, por favor.

Clichés, clichés everywhere.




Bruce abrió el closet de par en par y comenzó a sacar la ropa.

Normalmente su pareja era tranquilo y delicado al tomar la ropa, pasando de una prenda a otra hasta que se decidía por lo que usaría ese día, pero esa mañana, mientras Clark secaba su cabello con pantalón de vestir y camisa a medio poner, aún descalzo, presencio a Bruce sacar toda la ropa de golpe y lanzarla hacia la cama sin ningún respeto.

—Bruce— Llamó en medio de una risa nerviosa.

—Mhm— Fue todo lo que obtuvo de su compañero vinculado, mientras seguía en lo suyo, moviendo el montón de ropa por un lado y luego por otro, para alejarse un poco de la cama como si quisiera ver el desastre que acababa de hacer desde otro ángulo, buscando apreciarlo mejor.

Iba a hablar de nuevo, esta vez cuestionando de forma correcta el porqué del desastre con la ropa, pero cuando su compañero vinculado caminó hasta el cesto de la ropa sucia tomando unas cuantas prendas y asimismo lanzándolas a la cama, para después acercarse a Clark y tomar el pijama que él aún estaba cargando, igualmente lanzándolo junto con el resto de ropa, Clark dejó de pensar en aquello como un desastre y lo miro por lo que realmente era, un nido a medio formar, acción que era realizada antes del celo, sí, pero también días antes del parto.

Se acercó a su omega, rodeándolo en un abrazo desde uno de sus costados, colocándole un beso en la mejilla, preguntándose si podría percibir algo en el aroma de Bruce, si podría percibir el como el parto se acercaba, pues había escuchado que el aroma podía cambiar (aunque no estaba comprobado científicamente).

Su pareja no se giró a verlo (muy ocupado decidiendo lo que cambiara para arreglar apropiadamente el nido), pero sí recargó su cuerpo contra él, luciendo como si honestamente disfrutara del contacto.

Clark estaba feliz, porque habían llegado a la semana 36 con 2 días, la consulta con la doctora Leslie había ido perfecto, pues la profesional les aseguró que los bebés se habían acomodado en la mejor forma para nacer por parto (presentación pélvica, ambos, lo que era toda una proeza en sí), además de mencionar que la pelvis de Bruce tenía las dimensiones correctas.

Una desproporción cefalopélvica está descartada. Dijo la Doctora Leslie.

Argumentos que el obstetra terminó aceptando igualmente como certeros. Sus bebés estaban programados para nacer por parto, sin necesidad de cesárea, además de que todo parecía indicar que las cosas no se complicarían, aquellas palabras habían sido reafirmantes para su naturaleza nerviosa, sin embargo Clark no podía hacer su miedo a un lado, porque tanto la Doctora Leslie como el obstetra lo habían dejado muy claro, si bien un parto único podía llegar a complicarse y terminar en una cesárea de urgencia, un parto gemelar implicaba una mayor cantidad de riesgos... un mayor porcentaje de riesgo de complicarse.

Se obligó a sí mismo a abandonar el interior de su caótica mente al sentir la mirada penetrante de su pareja sobre él, pudiendo notar que su omega parecía haber descubierto el problema exacto que lo estaba aquejando, sonrió en son de disculpa, gesto que le ganó un beso sobre los labios muy suave y un poco corto para su gusto, pero igualmente muy disfrutable.

—¿Puedo acostarme en tu nido? —

—No— Se alejó de su pareja sin poder ocultar su decepción, porque lo cierto era que había esperado una respuesta positiva.

Cariño, por favor, sé realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora