Cariño, por favor, sé real

Clark y Bruce (y Dick y Jason)

Ni Superman ni Batman me pertenecen.

Salió de la habitación, mirando en todas direcciones, sintiéndose un poco incomodo con el pijama que estaba usando (pero sabiendo que se sentiría aun más si hubiera salido con su uniforme de Superman).

Conocía exactamente el paradero de Bruce (bañándose), Dick y Jason (durmiendo), fue por eso por lo que decidió dirigirse al comedor, donde encontró al mayordomo colocando platos en la mesa.

—Buenos días, señor Kent—

—Buenos días... Alfred— Se sentía como un puberto incomodo de nuevo, despertando primero que todos sus amigos en la pijamada de turno (porque nunca necesitaba dormir tanto como los humanos).

—El desayuno aun no esta listo, pero puedo darle fruta y una taza de café si gusta— Ofreció el hombre mayor, dirigiéndose a la cocina, sin detenerse a esperar respuesta, cuando él se apresuro a pararlo con sus palabras.

—En realidad creo que ya debería irme— Y ante su frase dicha con rapidez, Alfred se giró a mirarlo de inmediato, en definitiva, con un ceño fruncido figurativo que realmente no estaba presente.

—¿Irse sin comer? —

—Bueno...— Parecía que había usado las palabras equivocadas.

—Pero qué va a ser de la familia Wayne si ni siquiera puede lograr alimentar correctamente a sus invitados—

—Eh...— Ahora se sentía como si hubiera escupido en el honor del hombre.

—No molestes a Clark, Alfred, lo estás confundiendo— Escuchó al tiempo que Bruce hacía acto de presencia.

—Jamás me atrevería a molestar a un invitado tan valioso, amo Bruce, no sé de qué habla— Agregó Alfred para continuar su camino a la cocina.

—Claro que no— Contestó Bruce cuando probablemente el mayor ya no podía escucharlo.

Clark quería correr a ayudar a Bruce a sentarse, pero Superman sabía que eso ofendería a Batman, por lo que se quedó ahí parado con manos levemente alzadas hacia su mejor amigo, amigo que aguanto la respiración e hizo presión sobre su costado al tiempo que se sentaba con movimientos ligeros para relajarse totalmente una vez sentado.

—¿Comes de pie? —Lo cuestionaron cuando él todavía estaba pensando en ese ceño ligeramente fruncido que Bruce había hecho en obvia muestra de dolor.

—¿Qué?... Ah, ¿Dónde debería sentarme? —Bruce sonrió de lado.

—Donde quieras— Y aunque pensó en sentarse junto a Wayne, supuso que la silla que le permitía verlo de frente era una mejor opción.

—¿Aquí está bien? —Y Bruce le sonrió divertido. —¿Te estás burlando de mí? —Exclamó entre avergonzado e igualmente divertido.

—No— Negó descaradamente, cambiando de tema. —¿Dormiste bien? —

—Sí, gracias— Le daba pena admitirlo, pero había dormido como hacía mucho no lo lograba, había una extraña calma que se apoderaba de su cuerpo cuando podía dormir escuchando latidos de corazones con los que estaba familiarizado y con familiarizado quería decir cuando apreciaba a las personas dueñas de los corazones, cuando había convivido con ellas, además asustarse tanto por Bruce le había provocado un cansancio que no había experimentado en un tiempo, todo sumado le permitió un descanso muy necesario, sin complicaciones para conciliar el sueño.

—¿Tú estás...? —

—Bien— No sabía si creerle, con Batman (Bruce) nunca sabía, si bien tenía buen color y no estaba frunciendo el ceño ni tensando los músculos alrededor de su boca, eso solo le decía que, si sentía dolor, este no era tan fuerte como para hacerlo perder el control de su rostro.