Capítulo 20

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Me separo y desabrocho mi pantalón con frenesis, no quiero que sea ella con quien termine la noche pero al parecer es con la que voy a comenzar.

Necesito sacarme los pensamientos de la cabeza y esta castaña llego como enviada del cielo.

Agarró sus manos, las siento pequeñas, suaves y las llevo dentro de mi pantalón, ella comienza a tocar poco a poco, lento y suave, y yo hago lo mismo con su cuerpo, comienzo a tocarla, a llevarla al placer con mis dedos, busco en cada punto débil que tenga para hacerla explotar.

-¿Me harás el amor en en este lugar?- pregunta con su voz de niña grande.

-No estoy seguro- Y es verdad, no es la primera vez, pero aún sigo incómodo, algo dentro de mi me dice que busque a la chica que vi hace un momento.

<<mierda>>

-¡¡¡Dale!!!- exije con su vos entre cortada, moviendo sus manos con velocidad haciéndome soltar leves gemidos -¡Quiero que me hagas tuya, ahora!

Me siento sobre esos pequeños e icómodos haciendo cuadrados y ella se sienta sobre mi, su respiración es acelerada.

Se levanta la falda, agarra mi miembro erecto y lo introduce dentro de su intimidad. Veo como se muerde los labios con el contacto, se agarra de mi camisa y comiemza a moverse con velocidad.

<<¡Por Dios>>  Pienso al sentirla, esta chica no se ve muy madura pero se mueve como si este terreno fuera conocido a la perfección por ella. Justo lo que me encanta.

Me agarró de sus descubiertas nalgas, ella se aferra a mi cuello, oigo sus gemidos a pesar de la música, pero comienzo a resbalar del aciento de mierda, así que me pongo de pie, ella me rodea la cintura con sus piernas y con sus brazos se agarra de mi cuello para no caer y menos perder el contacto.

La pongo contra la pared y me dejó llevar por la lujuría animal, la música parece desaparecer por completo, sólo oigo sus gemido entre cortados, sus auyido de loba ambrienta, su cuerpo parece encendido, lleno de pasión como si estuviera llegando al clímax, sólo en este momento me doy cuenta de que no tengo un preservativo puesto.

-¡Maldicio!- Mascullo sin poder detenerme y me vengo dentro de ella.

La bajo y ella se acomoda su ropa y yo me abrocho el pantalón, miro a la nada pensando en mi gran imprudencia, ella me mira y parece leerme.

-No te preocupes- Dice viendo a través de mí -Yo me cuido

-Eh, eh, claro, bien- Aún así no me siento seguro.

-Estuvo muy rico- Dice tocando mi hombro.

-Lo mismo digo, vamos- Miro la puerta y salimos por ella.

-Ahora te traeré el número de mi amiga- Dice dándome un beso en los labios.

Solo me enojo de hombros <<Como si me importará>>. La veo alejarse entre las personas hasta que desaparece.

Llegó a la barra, me siento en un banquillo tratando de no perder la compostura y pido una cerveza más.

Me una da botella ya destapada y la bebo tratando de ignorar el sueño que comenzó a invadirme.

Al rato la misma chica se acerca hacia mi, apoyando su brazo al rededor de mi cuello, siento su perfume acompañado por el sudor, y me da dos trozos de papel, los analizo, en ambos habían números telefonicos anotados, la miro incrédulo y se inclina besando mi cuello y dejando caer su voz en mi oído usando un tono seductor.

-El mío tiene un rcorazón al reverso- y se vuelve a ir no sin antes dejarme una sonrisa malisiosa y un giño de ojo.

Sonrió viendo el corazon en el papel y leyendo los numeros. Comienzo a disfrutar del momento, del ruido y del alcohol fluyendo por mis venas.

La venganza de Alex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora