Capitulo 31

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17:15 pm

Abro los ojos al oir el tono de llamada de mi celular, tomo el aparato y veo que es el número de Jazmín. Lo descuelgo y quedamos en que vendría a llevarse a bobit, le preparo su tazón y separo un poco de sus croquetas para toda la noche y la mañana siguiente. Todo en una bolsa de plástico.

Luego de un rato veo como estaciona su camioneta. Son casi las seis de la tarde, despierto a bobit quien dormía cómodamente, le pongo su cadena, tomó sus cosas y camino hasta Jazmín quien venía hacia nosotros.

-¿Como estas hermoso?- Dice ándome un beso. Me endurezco con lo de hermoso. Sonrió.

-¿Segura que vas a poder con el? Es muy inquieto en ocasiones.

-Claro que si, me crie entre animales de campo, perro y gatos y tíos ebrios- Ríe sarcástica -Se controlar lo que sea.

Acomodo las cosas en el asiento del copiloto y  subo a bobit cerrándole la puerta.

-Esta bien, en verdad, te agradezco el favor.

-Después verás como pagarme- la abrazo y ella coloca ambas manos en mi pecho como si  se emvolviera con mis brazos y se acobijara en mi calor corporal.

-Claro que si- Beso su frente.

Luego de un momento abrazados ella sube a su camioneta y se va con bobit. Me dolió romper el abrazo, pero más me duele alejarme del maldito perro, ya me estoy encariñando con el.

Entró en la cabaña y me cambio de ropa. Me pongo una remera blanca, un pantalón negro un poco ajustado y mi chaqueta favorita.

Tomó la pistola de Rick y dudo si llevarla o no, siento que todo está bien, pero no puedo caer ciego y desarmado en una trampa, no permitiré que quiera matarme y si lo hacer me llevaré a alguno de ellos conmigo.

Cuento las balas del arma, ¡estan todas!. Me colocó la pistola en la espalda baja sintiendo el frío metal en la piel, no será visible con la remera y la chaqueta cubriendola. Salgo de la cabaña de la casa y me encamino a tomar el autobús, sintiento una sensación rara en el estómago.

Al llegar a la ciudad, camino unas cuadras hasta el edificio donde solía vivir, noto un enorme candado atado a los picaporte con una cadena y un letrero que dice con letras rojas.

"Clausurado"

Sonrió al verlo, fue de esperarse, este lugar ya era inavitable, era una madriguera de ratas, me retractó, las ratas tampoco podrían vivir aquí.

Veo caer las diez de la noche, el cielo está completamente estrellado, las personas van de aquí para allá por la cera y otros en auto.

Me recuesto sobre la vieja pared del edificio, con ambas manos en los bolsillos delantero de mi chaqueta, y un pie contra la pared cuando veo estacionar una motocicleta frente de mi. Observó con atención la cilueta que la conduce, delgada, pantalón logró ajustado, piernas en forma, chaqueta negra, guantes de cuero negro y un casto negro. Oigo el ruido del motor desaparecer y la figura de pone de pie.

Veo sacarse el casco y unos hermosos ojos azules quedan a la vista.

-Hasta que llegaste- Balbuseo.

-Claro, ven, ¡Vamos!- Observó la motosicleca con atención, jamás me había subido antes a una cosa tqn enorme y de dos ruedas -¿Vienes solo o lo prefieres por escrito?- Me atroja un casco.

Me pongo el Casco y subo en la parte trasera, siento sus nalgas apodándose entre mis piernas, a ella no parece molestarle.

-¡¡¡Listo!!!- Grito oyendo mis palabras ahogadas por el casco.

La venganza de Alex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora