Parte 16

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Llegué al departamento por inercia, estaba ensimismado en mis pensamientos.

-Eh, Terry, ahora si que se te hizo tarde – fue el saludo de Albert el que me trajo a la realidad

-Si un poco...creo...- hablé como un autómata

-¿Pasa algo? – preguntó, mientras me miraba visiblemente preocupado

No sabía qué hacer, no sabía si contarle, me sentía tan mal...

-Susana...Susana - dije tratando de asimilar lo inadmisible -, me confesó que...que me ama – mis palabras salieron a mi pesar.

-¡¿Quééé?! – Albert estaba más estupefacto que yo

-Aún no lo puedo creer, tenías razón...- acepté atormentado agitando la cabeza en señal de negación.

-¿Pero...cómo fue eso? – él estaba tan sorprendido como yo

Rememoré todo lo acontecido hace contados minutos, contándole con detalle mi traumante experiencia, era como confirmarme a mí mismo lo que acababa de vivir. Cuando terminé mi relato, Albert tocó su barbilla pensativo, mientras yo me sujetaba la cara con las manos y me apoyaba sobre la mesa, en un gesto de desasosiego.

-Susana debió estar desesperada para confesarte sus sentimientos – meditó Albert luego de un largo momento de silencio.

-No lo sé. Me siento tan mal – confirmé

-Te entiendo, pero imagínate como debe sentirse ella- levantó las cejas.

Su rostro bañado en lágrimas ocupaba toda mi mente y acrecentaba mi malestar. Sus palabras me resonaban en la mente y aumentaban mi culpa.

-Pero tú no tienes la culpa, Terry – me consoló seguramente adivinado lo mal que me sentía

-Y entonces... ¿por qué me siento así? – repliqué

-Es natural que te sientas así, no todos los días se te declaran – aseguró con una sonrisa tratando de animarme

Sonreí tristemente.

-Deberías sentirte alagado

-Me siento alagado- admití reacio-, pero la verdad, hubiera preferido mil veces que no fuera así. No puedo corresponder a su amor y me entristece ser el causante de sus lágrimas. Es más, no sé ni cómo la voy a ver en los ensayos.

-Te entiendo, luego de semejante declaración, te debes sentir muy incomodo.

-Incomodo y apenado, para variar en estos días empezamos a ensayar la escena del beso

-Uuuuuuu, eso si va hacer complicado

-No solo eso, sino embarazoso, no sé si lo pueda hacer

-Terry, tu beso va a ser actuado ¿no?

-Claro, pero ahora sé, que el de Susana, no, y eso me pone la carne de gallina

-Jajajaja- reímos juntos

Hablar con Albert me estaba haciendo sentir mejor, sin duda.

-Pero debes acostumbrarte a cosas así. El ser actor conlleva muchas cosas y entre esas, está que sin querer muchas chicas te van a amar.

Albert tenía razón como siempre.

-Aún, no salgo de mi asombro, ¿mira que romper todas las reglas para decirte que te ama? – dijo como para él mismo

-Y yo ¿qué crees?, aun no salgo del trance, creo que me voy a quedar traumado psicológicamente por el resto de la vida...

-Jajajaja- reímos juntos

Rompiendo la DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora