Parte 15

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Bajé las gradas a prisa tratando de ponerme la chaqueta en el camino, quería llegar lo más pronto posible al ensayo; al final del primer piso pude ver a la señora Parker en su arduo trabajo de siempre, barriendo.

-Buenos días – saludó con una sonrisa que hacía que sus redondeadas mejillas fueran mas notorias

-Buenos días – contesté de inmediato

-Tiene correo hoy – dijo sosteniendo la escoba con una mano mientras con la otra buscaba en su delantal

-Gracias – miré el remitente emocionado.

-¿Trabajará hasta tarde también hoy? – preguntó con cortesía

-Si, voy al teatro en este momento – contesté mientras seguía mi camino con un sonrisa sincera, estaba de buen humor

-No olvide que soy una de sus admiradoras – aseguró con una gran sonrisa, dejándome algo sorprendido – ¡Buena Suerte! – agregó mientras se acomodaba en la salida.

-Gracias - contesté agradecido, "ojala y me demostrara su admiración no cobrándome la renta" pensé para mis adentros mientras me alejaba de ahí.

Caminaba a paso rápidorumbo al teatro, ahora evitaba llevar el coche, tenía que ahorrar al máximo para nuestra casa y mientras menos gastos hiciera, mejor.

La carta en mi chaqueta me presionaba que la leyera, por eso mi paso era más rápido.

Había estado esperando esta carta desde hace dos días, mi ángel blanco había ido a pasar una semana con la Tímida en Chicago, sus padres habían organizado un fiesta por todo lo alto, por sus bodas de plata, y Annie había insistido tanto que Candy fuera, que aprovechó la semana que reorganizaban los contratos en el hospital para ir a visitarla.

Al principio no estaba muy segura de ir, porque no podía acompañarla pero Albert se encargó de convencerla diciendo que él mismo se encargaría de cuidarme, por lo que no tuvo más objeción.

"...

-Te aseguro Candy, que yo mismo cuidaré de Terry – aseguró Albert entre risas

-Jajajaja, no es por eso que no quiero ir - se defendió Candy

-¿Entonces cuál es el motivo? – pregunté divertido

-Es que aún no encontramos una casa y quería aprovechar estos días para buscarla – se sonrojó ligeramente.

-No te preocupes por eso, Candy seguiremos buscando a tu regreso – le aseguré

-Bueno y ustedes dos ¿que se traen? que quieren que me vaya. – dijo algo enojada, colocando sus manos en la cintura en un evidente gesto de disgusto y reproche.

-No queremos que te vayas, Candy – afirmó Albert mientras yo lo corroboraba con la cabeza. - Pero sabemos muy bien, que quieres ver a tus primos y a tus amigas ¿a que si?

-Bueno si – dijo algo dudosa

-Mira, aprovecharías para ir al Hogar de Pony – agregué

-Tienes razón – una chispa en sus ojos se encendió

La verdad, lo que menos quería era que se fuera, pero no podía ser tan egoísta, mis ensayos casi no nos dejaban tiempo para nada y me sentía mal sabiendo que ella estaba libre y yo no, ese era el motivo para apoyar a que emprendiera el viaje; pero mi corazón estaba triste.

Pero que importaba lo que yo sentía, lo importante era que ella estuviera feliz; y si para eso tenía que sacrificarme lo haría..."

Regresé a ver para ambos lados antes de cruzar la calle y entrar al teatro, el ensayo aún no empeza así que fui directo a la azotea. Allí me apoyé contra la pared y abrí la carta emocionado, esta carta me diría el día exacto que regresaba.

Rompiendo la DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora