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Narra Omnisciente"Lolo..." Oyó que le llamaban. "Looolo." Está vez notó como pinchaban su mejilla, pero sus ojos se negaban a abrir. "Lo." Era la voz de Christopher, finalmente alcanzó a reconocer la voz de su hermano y eso bastó para que una señal de alerta cruzara por todo su cuerpo y posteriormente lograra abrir los ojos.
Chris estaba con su cuerpo inclinado y había lágrimas emergiendo de sus ojos, como un resorte la chica mayor se colocó de pie plenamente espantada por el mohín en el semblante de su hermano.
"¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? Llamaré a la enfermera." Avisó, la pequeña mano de Chris interceptó la de Lauren y un pequeño «no» salió de sus labios, la mayor viró su cuello para mirarlo, estaba confundida.
"Estoy bien..." Murmuró el chiquillo y la ojiverde instintivamente liberó una bocanada de aire, se acercó a él y le sujetó el rostro con ambas manos. "Yo... yo." Bajó su mirada y aprovechó para limpiar las lágrimas que rociaban las mejillas de Christopher.
Tras unos segundos de silencio su hermano hizo una pequeña señal seguida de una mueca, sus mofletes levemente teñidos de rojo sobresalían entre su rostro pálido, Lauren terció la cabeza sin entender que trataba de decirle su hermano.
"No entiendo." Admitió con el entrecejo fruncido, el niño la miró momentáneamente dejando ver un rastro de vergüenza en sus ojos que con rapidez volvieron a enfocarse en las cubiertas de su camilla.
"Yo... m-me he..." Los gimoteos le hicieron callar y las lágrimas volvían a fluir por sus mejillas preocuparon a la ojiverde, el menor aproximó su delgada mano al rostro de la chica y deslizó hacia abajo la naricera médica de su hermana mayor.
Lauren abrió sus ojos como platos al captar el mensaje, cuando Christopher notó que la chica alta había entendido los tímidos gimoteos pasaron a ser fuertes sollozos que sacudían su débil cuerpo.
"Hey, no pasa nada." Aseguró la ojiverde acariciando el lugar donde deberían estar los vellos de las cejas de su hermano. "Te cargaré hasta el baño y te ayudaré a ducharte ¿Vale?" Indicó mientras se posicionaba para tomar en brazos al crío.
El cuerpo de Christopher se tensó apenas apreció los brazos de su hermana pasar por debajo de sus rodillas para despegarlo de la cama, con las lágrimas todavía rodando por su mejillas escondió su rostro en el hueco del cuello de Lauren.
Lauren lo llevó hasta el cuarto de aseo y lo dejó en la pequeña bañera.
"No le digas a nadie." Casi suplicó el menor de los Jauregui con la mirada baja.
La ojiverde se arrodilló a la altura de la tina y con la yema de sus dedos levantó la barbilla de su hermano para que la mirase. Su corazón se hundió al ver la afligida mirada de Chris.
"Chris, esto... es normal ¿Vale?" Afirmó la mayor tratando de tranquilizar al chiquillo. "Cuando tenía tu edad también me hice sobre mis pantalones." Narró mientras retiraba el beanie de la cabeza de su hermano. "Y yo ni siquiera estaba recibiendo quimioterapia." Añadió tirando fuera la camiseta de Chris.
"¡Eeh! ¿Donde os habéis metido" Preguntó Camila en la habitación, segundos después su cabeza aparecía asomada por el umbral de la puerta del cuarto de aseo.
"¿Puedes esperar fuera?" Solicitó Lauren sin siquiera mirarla.
Camila atribuyó aquello a que la ojiverde seguía molesta por haber permitido que Ariana pasara la noche en su apartamento, la pelinegra había estallado en una rabieta a causa de sus celos apenas la chica castaña había abandonado el apartamento de la inglesa.