|Nuevo Comienzo|
Narra Lauren
Seis meses después...
"¿Lista?" Khalif consultó alisando su sudadera de los Lakers.
Me incliné un poco sobre la puerta de cristal para comprobar mí reflejo, eché mi cabello hacia atrás y me enderece nuevamente satisfecha con mí apariencia.
"Lista." Afirmé tratando de convencerme a mí misma.
Caminamos junto al otro por el pasillo, al final de este un par de hombres que parecían Vin Diesel y The Rock aguardaban de pie junto a la puerta de cristal.
"Buenos días Hanna." Saludó Khalif que se aproximó hasta la recepción donde una enfermera organizaba una pila de papeles.
"Buenos días joven Malik." Devolvió la mujer con una sonrisa. "¿Decidió tener un domingo familiar?" Preguntó y él asintió. "Me alegra que aceptara reunirse con los suyos nuevamente." Comentó y yo desvié mis ojos hasta mis botines.
Hace cinco semanas la parte médica de la clínica había acordado que me encontraba lo suficientemente apta como para empezar a darme un poco de «confianza». Fue así como recibí la noticia que podía marcharme a casa los domingos por la mañana y regresar el lunes a las ocho en punto.
Ese día me sentí entusiasmada, porque eso solo significaba que lo estaba logrando... lloré al darme cuenta que estaba recuperando mí vida, la misma que había perdido a cambio una falsa salida de la realidad.
Esa mismo noche, antes de dormir lloré una vez más... está vez de miedo. Sentí inquietud al estar allí afuera sin supervisión, estuve cerca de un ataque de pánico de solo imaginar que lo arruinaría. Al día siguiente se lo mencioné a Khalif y él automáticamente empezó a hacer planes para ambos para el domingo próximo.
Claramente no sucedió, no me atreví a poner un pie fuera del centro de rehabilitación. Khalif se quedó conmigo ese domingo... y los que le siguieron, yo era el motivo por el cual no había ido a visitar a su familia. Aunque no lo dijeran, mis padres sabían que podía pasarme por casa y me sentí agradecida por la comprensión de ambos.
Podía leer un claro; "No te preocupes cariño, toma tu tiempo hasta estar lista." Cada domingo que venían a verme.
Finalmente Khalif me había persuadido a diario alegando que tarde o temprano debía salir, y tenía toda la razón, pero el miedo seguía allí. Durante las terapias grupales había escuchado todas aquellas historias del resto de los pacientes de como habían vuelto a consumir una consiguieron salir.
Khalif había sido uno de ellos, luego de diez meses de tratamiento había mandado todo a la basura; el aislamiento, el dolor y la desesperación de necesitarla.
No quería pasar por ello de nuevo.
"¿Lauren Jauregui?" La voz de la enfermera me devolvió a la realidad.
La miré sin comprender, no tenía la menor idea porque me había llamado, ella tenía una ceja en alto esperando alguna reacción de mí parte.
"Sí, ella misma." Khalif respondió y yo asentí, la mujer sonrió de lado y negó con la cabeza mientras buscaba algo en el ordenador.
