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|Bien|

Narra Omnisciente

Viernes

Camila miraba a los padres de su novia murmurar cosas a unos pocos metros de ella, aunque no alcanzaba escuchar ni una sola palabra sabía que discutían por los gestos corporales de ambos. Haber hablado con ellos había sido más difícil de lo que se imaginó, estaba intimidada apenas los tuvo de frente inclusive parecía haber olvidado cómo hablar hasta que simplemente lo soltó liberando aquello que tanto la estaba atormentado.

Sin embargo Clara no le había creído, conmocionada rechazó totalmente las palabras de la inglesa argumentando que su hija jamás cedería ante aquel mundo tan bajo como lo eran las drogas. Por otra parte, Camila pudo notar la vacilación en el rostro de Michael, supo que él le creía pero que como padre conservaba la esperanza de que aquello se tratara de un malentendido. La morena lo entendía.

Pasaron quince minutos para que la figura de Lauren apareciera en aquel despacho perteneciente a su padre, sintió la densidad en el ambiente y miró a sus padres con preocupación ante la expresión de ambos, su corazón se aceleró al ver a Camila sentada a un extremo de la oficina con su mirada clavada en el suelo.

Fue entonces que lo supo... Camila les había dicho todo a sus padres. Pasó las manos por su cabello y trató de disimular todo su nerviosismo apostando por la mejor de sus sonrisas.

“¿Sucede algo?” Preguntó haciéndose la desentendida, Camila alzó su rostro y vio a la ojiverde con el ceño fruncido. La mayor fue rápidamente interceptada por los brazos de su madre que murmuraba un sinfín de cosas que solo habían confirmado sus sospechas. “No entiendo que está pasando.” Pronunció respondiendo al tacto de Clara.

“Hija, toma asiento por favor.” Ordenó con seriedad Michael hincando sus codos sobre la caoba de su escritorio. Lauren obedeció sin remover la mirada de su padre. “Camila, por favor acércate.” Pidió con un gesto a la británica que, tímidamente se sentó en la silla situada a centímetros de la ojiverde, ambas quedando frente a frente con el cabecilla de los Jauregui, Clara rodeó el escritorio y se ubicó de pie detrás de Michael, apoyando sus manos sobre los hombros de su esposo.

“Vale, ahora que estamos los cuatro… será más fácil arreglar esta.” Hizo una pausa. “Situación y esclarecer los hechos.” Tomó la palabra Clara, visiblemente más aquietada ante la presencia de su hija mayor.

“¿Qué se supone que tenemos que «aclarar»?” Hizo la comilla con sus dedos antes de cruzarse de brazos.

Michael apoyó su espalda en el respaldo de su silla y exhaló imaginando la pequeña batalla que estaba por iniciar, así que sin querer dilatar más la situación explicó lo que Camila había relatado con anterioridad. Lauren estaba recta en su asiento sintiendo sus manos sudar y su nerviosismo crecer a medida que su padre hablaba, cuando este concluyó la chica de ojos verdes miró por el rabillo del ojo a su novia que mordisqueaba la punta de su dedo pulgar notablemente impaciente.

“Lo siento Camila… pero mientras más lo escucho más absurdo me parece.” Expresó Clara totalmente negada a creer la acusación por parte de la menor, sin darse cuenta que le acababa de dar a su hija una posible salida de todo aquello.

“Clara, por favor… deja que Lauren nos explique qué está pasando y porque Camila a dicho todo esto.” Demandó Michael mirando de manera alterna a ambas adolescentes.

“No lo sé.” Respondió Lauren encogiéndose de hombros, Camila automáticamente la miró. “Quizás está algo molesta.” Cruzó sus piernas y enderezó su postura. “Para seros sincera hemos estado teniendo problemas últimamente y no lo sé.” Volvió a negar dejando completamente atónita a la morena. “Sé cuan molesta estás por haberte dejado plantada ayer pero… esto es demasiado.” Señaló.

Alegría (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora