|El domingo...|
Narra Omnisciente
Camila recogió su cabello en una cola alta y descuidada, se sentó frente al espejo y examinó el maquillaje y las pinturas a su disposición. Torció la cabeza y sopesó la idea de cambiar su maquillaje habitual pero tendría que posponer aquella idea; había llegado demasiado tarde aquel día.
Suspiró al recordar el motivo de su atraso; le había contado a sus amigas sus nuevos planes que la ubicaban fuera de los Estados Unidos, quizás habría llegado a tiempo si a Lucia no le hubiese sentado tan mal la noticia.
La colombiana se había disgustado tanto con la morena que la había pillado por sorpresa y más aún cuando le gritó por primera vez. Camila ni siquiera podía citar alguna discusión seria con la castaña y mucho menos que esta le haya gritado.
Camila había diferenciado perfectamente la aflicción oculta en los sulfurados ojos marrones de su amiga antes de marcharse de la casa de Normani seguida por Verónica que con un gesto de disculpas salió detrás de su novia.
“Debes darle un poco de tiempo.” Recomendó Ally con una sonrisa consoladora.
“Sí.” Concordó Dinah pasando un brazo sobre los hombros de la morena. “No veíamos venir una noticia así.” Acotó. “Pero ¡Hey!” La agitó un poco ganando que la mirase. “¡Enhorabuena!” Pronunció. “Estamos orgullosas de ti.” Dijo la polinesia apoyando su cabeza contra la de Camila.
La rubia alta dio un suspiró disimulado, todavía no asimilaba la noticia pero sabía que el regreso de la morena a Inglaterra había sido siempre una posibilidad. Sus sentimientos eran muy ambiguos; ella estaba muy feliz por la gran oportunidad que la niña de ojos color chocolate tenía, pero por otra parte no pudo evitar sentir la tristeza de saber que al final del año escolar era cuestión de tiempo para que morena se marchara.
Sin duda le echaría de menos.
“Es verdad...” Aseveró Normani con una sonrisa afligida. “Tienes nuestro apoyo Mila.” Dinah y Ally asintieron. “En cuanto a Lu... déjala procesar un poco.” Frotó el brazo de la inglesa. “¡Cielo santo, estamos hablando de Lucia! No le tomará mucho organizar sus pensamientos.”
“¡Mila!” Aitor chasqueó su gigantesca mano a pocos centímetros del rostro de la inglesa. “¿Estás allí?” Preguntó ante la actitud distraída de la niña.
“¿Eh?” Balbuceó sacudiendo un poco su cabeza saliendo de sus pensamientos.
“Vamos tarde.” Notificó señalando el reloj que colgaba en la pared. “¿Estás segura de querer hacer el acto hoy?” Consultó al ver lo ida que estaba su compañera.
“Segura.” Alegó dando los últimos retoques a su maquillaje. “Si algo va mal... tendré que improvisar.” Indicó achicándose de hombros, era normal que en ocasiones cometiera algún error y tuviese que recurrir a la espontaneidad, afortunadamente el público no los notaba.
Aitor se achicó de hombros y siguió a la menor hasta el pasillo del escenario.
“A Sky Full Of Stars ¿Vale?” Avisó a Gabo, mientras apuntaba con su dedo la pantalla del ordenador portátil que se encontraba conectado al equipo de sonido. Su colega asintió.
“Suerte.” Murmuró el rubio subiendo sus pulgares después de haber apagado casi todas las luces dejando solo una tenue luz azul.
Camila salió y saludó a todo el público que, por el día no era mucho. “¿Estáis listos?” Comprobó jugueteando con sus manos y tras recibir una respuesta afirmativa con un movimiento de cabeza consintió a su compañero a dejar correr la canción de Coldplay a un volumen no muy alto.
