|Kim Soo|
Narra Camila"¡Mila!" Podía escuchar que alguien me llamaba y que incluso me removía, pero mis párpados se negaban a abrirse. "¡Karla!" Me arropé aún más entre mis sábanas calientes.
Lo siguiente que sentí fue un líquido frío caer en mi frente y esparcirse por mi rostro, de un salto me puse de pie.
"¡¿Qué demonios?!" Escandalicé mientras buscaba al culpable, mis ojos enfocaron a Hyun Soo con un vaso vacío en su mano. "¿Qué ocurre contigo?" Reproché aventándole la almohada y sentándome en la cama.
"Llevo diez minutos tratando de despertarte." Justificó encogiéndose de hombros. "Kim pilló un resfriado y yo debo ir a trabajar." Mencionó y yo asentí. "He dejado tres tazones de porridge para vuestro desayuno." Informó mientras me seguía al baño. "Procura que Kim coma... ella parece un saco de mierda ahora mismo."
Sí, las comparaciones del surcoreano no eran para nada tiernas. Así que lo miré con una expresión de desagrado mientras lavaba mis dientes.
"Como sea, hora de irme, os veo más tarde ¿Vale?" Asentí y el pelirrojo se marchó.
Terminé con mi aseo matutino y regresé por mi móvil al dormitorio, abrí mi última conversación con Lauren en el WhatsApp y tecleé mientras dirigía mis pasos hacia el apartamento de la castaña;
«¡Buenos Días Amor! Cambio de planes, Kim Soo está un poco enferma. ¿Te veo después?» Inserte el emoji de la carita triste, pulse enviar y guardé mi móvil en el bolsillo del pantalón de mi pijama.
Al ingresar al piso de los Soo, encontré a Kim sentada como un indio en el sofá, ella estaba en pijamas y con un pañuelo presionando su nariz, su cabello corto estaba despeinado
"¡Vaya!" Exclamé al verla. "Eres 95% resfriado." Señalé sentándome a su lado y posando el dorso de mi mano sobre su frente. "¡Joder!" Gruñí notando lo caliente que estaba su piel. "Será mejor ir por mantas y algo de té para ti." Señalé levantándome para ir en dirección de la cocina.
Alcanzaba a escucharla estornudar y maldecir desde la cocina, deje en la estufa la tetera y fui en busca de los cobertores.
"Soy una máquina de mucosidad." Indicó sentándose en el taburete de la encimera, su voz era ronca, cansada y temblorosa, ella apoyó su codo en la cerámica de está y su mejilla dentro de la palma.
Pasé una de las mantas por encima de sus hombros y ella rápidamente se envolvió así misma, me agradeció con una sonrisa y una ligera inclinación de cabeza. Dejé frente a ella su tazón con porridge una mueca apareció en su rostro.
"Será mejor que lo comas ¿Vale?" Pedí mientras sacaba de uno de los cajones la canela, esparcí un poco sobre su tazón. "¿Fresas o kiwi?" Consulté frente al refrigerador.
"Fresas." Susurró para luego cubrir su rostro y estornudar. "¡Maldita sea!" Gruñó sosteniendo el puente de su nariz.
Piqué rápidamente las fresas y un plátano para mí y otro para Sofía, la cual no tardaba en despertar. De soslayo vi a Kim preparar la leche y verterla en un par de tazas, seguidamente coló el té y lo añadió.
"Gracias." Dije sentándome frente a ella con mi tazón de porridge ya con los trozos de plátano y sirope de chocolate, lista para dar el primer bocado.
Mi móvil vibró en mi bolsillo y lo saqué, era un mensaje de Lauren;
«Buenos días princesa. Camz quiero verte hoy.»