45.

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Hace tres años aproximadamente.

Blard estaba recostado sobre la manta que Stave les había llevado, Geno siempre se había rehusado a tener una casa en el lugar, no era de su gusto tener que instalarse por completo en su pesadilla.

Era justamente el día del que a ambos les tocaba dormir, pero ninguno lo hizo, menos cuando se estaban viendo en un silencio extraño, no era incómodo, parecía que ambos leían lo que sus rostros decían.

Geno se sentía dispuesto a decirlo, pero no hallaba cómo, las cuencas del mayor lo hipnotizaban, su sonrisa que le hacía sentir mariposas. 

— ¿Tengo algo en la cara? —Dijo entonces, bajo, como si fuera un secreto sus palabras, Geno sonrió, pero nervioso.

— Pues sí, tienes ojos, boca... Pintura en el rostro, y dos lunares bajo tu cuenca izquierda. 

— Y debo imaginar que quieres saber por qué tengo dos lunares bajo mi cuenca izquierda.

— Pft... Sí.

Blard se encogió de hombros.

— Sinceramente ha sido un capricho mío. —Explicó, pasándose el pulgar por los puntos dichos, no parecía pintura— Es parte de mí. ¿Qué opinas?

— Opino que... Se te ve bien.

— ¿No es mala idea si me pongo más lunares?

— Si sigues así, serás Stave con sus pecas.

Ambos rieron, el menor suspiró acurrucándose encogiendo las piernas, ese silencio era el ideal.

— Blard, sobre lo que me has dicho el otro día...

— ¿Mh?

— No sé muy bien como decirlo, no creo todavía todo lo que ha estado sucediendo entre nosotros... me tomó días poder creer que yo te gustaba y muchas horas de reflexión para aceptar y darme cuenta que tú... Tú también...

— ¿Te atraigo?

El de bufanda negó con la cabeza, sintiendo sus pómulos hervir ligeramente.

— No... Me gustas.

Blard pareció sorprenderse por sus palabras, también tenía sus mejillas con un suave rubor melocotón, mas, sonrió acercándose al adverso.

— Entonces... ¿Me concedes el honor de abrazarte mientras dormimos? 

— Eres muy directo. —Rió, más relajado— Pero claro...

Pasó un brazo sobre el menor, abrazándolo con cuidado sin decir mucho más, pero no era necesario, ambos compartían sentimientos que estaban germinando y creciendo gradualmente, eso era suficiente.

Tiempo | BlenoWhere stories live. Discover now