Tiempo | Bleno

86

Llevaba más de cuatro días distanciados, Blard apenas tocaba la carpa, solo para ver a sus hijos por unos minutos antes de decir que seguiría trabajando, pues a eso se había limitado, a esforzarse y explotarse.

Geno apenas dormía, se sentía mal por él pero había algo que lo retenía, no era capaz de acercarse, temiendo que iba a comenzar a gritar otra vez; se estaba volviendo paranoico. 

Veía a sus hijos, estaban tranquilos, jugando ajenos a la situación que estaba viviendo él con su prometido, sentía una ligera envidia por la despreocupación de un bebé, cosa que apenas vivió, una vida relajada. 

— Toc toc.

Una voz juvenil llegó a él, por un momento se tensó al pensar que era Blard, pero pronto un cuerpo flotante y brillante apareció, sonriendo. Los pequeños reaccionaron con emoción y curiosidad, era el tercer mes de vida pero tenían bastante energía cuando estaban despiertos.

— ¿En serio llegas con chistes? —Preguntó el de bufanda, negando con la cabeza pero sonriendo, le alegraba que alguien ajeno a sus problemas llegara a distraerle— ¿Quién es?

— No sé, sinceramente su puerta no parece una, es pura tela.

— Bien, aunque sea de tela, debes tocar.

— Ups, lo siento.

A Geno le alegraba ver a alguien ajeno a sus problemas, sentía que podía liberarse al menos un momento de toda esa tensión que lo carcomía; le divertía ver a su cuñado ver cómo miraba a sus mellizos y cómo ellos le miraban a él con intensa curiosidad, sus grandes pupilas iban dirigidas a él y Rai comenzó a hacer ruidos mientras movía uno de sus brazos, estaba boca abajo, era una bolita de ternura igual que Moka, que le veía también interesada.

Stave al tener tanto brillo y Savepoints que se movían llamaba mucho la atención, más para los dos bebés, y el pobre de pecas, para nada acostumbrado a los infantes, trataba de hacerse el desinteresado, pero el mismo movimiento de sus estrellas delataba su nerviosismo.

— Ellos no muerden, Stave. —Dijo entonces.

— Sí pueden morder, tienen boca y eso significa que pueden morder. 

— Pff, ay, Stave, si son una preciosura, ¿Por qué les temes? 

— ¡No les temo! Solo que no quiero que tus pequeños bastarditos me toquen.

— No los llames así. —Se quejó, tomando en brazos a Rai, quien agitó sus piernitas y brazos queriendo ser tomado por aquel "desconocido"— Mira, le gustas, él es Rai.

— ...Paso. —Respondió Stave, solo estirando un dedo para que el nene se lo tomara, Geno lo dejó en la cama para tomar a Moka y así acomodarse para tener a los dos sentados en sus brazos— Hehe, pareces mamá luchona.

— Ya estoy acostumbrado a tenerlos así, aunque Moka pone pucheros por un rato y mira por todos lados.

— ¿Será por algo? —Preguntó con obviedad.

Geno se quedó mirando la nada, frunciendo ligeramente el ceño, toda su tranquilidad se vino hacia abajo, y desvió su cuenca acomplejado mientras movía las piernas, distrayendo a sus bebés.

— ...¿Te llamó él para que vinieras?

— Nop, de hecho, me pidió que no viniera, pero no es el único que está sufriendo por lo que les pasó. —Acercó su otra mano donde Moka, poco a poco más manso con ellos dos— Estas cositas también sufren. 

— No quiero que Blard vuelva a gritar.

— Bueno, no es primera vez que lo hace, a mí también me pasó, aunque fue mi culpa esa vez. ¡Sin embargo, Geno! No pueden ninguno de los dos reaccionar de este modo cuando discuten, ¿De verdad se separarían tanto tiempo por solo una pelea? Míralo de este modo, acabas de conocer más de Blard, pero no significa que sea siempre así, solamente le pasó eso y ya... ¿Explotó? Supongo que habrá estado estresado y tú también reaccionarías así, ¿Quieres acaso que te recuerde lo furioso que te pusiste en toda tu aventura intentando escapar de la pantalla de guarda--

— No hables de eso. —Acalló brusco, pero en vez de molestarse, suspiró, que Stave fuera quien le estuviera dando el sermón significaba que él mismo había metido la pata de un modo impresionante, miró de reojo al menor, quien ya estaba jugando con los nenes, cerró su ojo— Supongo que es mi culpa...

— No es culpa de nadie, mi hermano no tuvo la culpa de explotar tras demasiado estrés que quizás debió contarte, y tú no tienes la culpa de rechazar contacto alguno con tu prometido por más de tres días por solo una discusión... Oh, sí, es la culpa de ambos.

— Ha ha... No te golpeo porque tengo a los niños en mis brazos.

— ¡Fue todo parte del plan! —Rió, decidiendo por flotar en vez de sentarse en la cama, Rai sonrió y chilló de emoción por tal acto, Stave tragó saliva pero siguió con la conversación— ¿Sabes? Merezco un premio por ser buen tío, si Error o Fresh hubieran venido antes que yo, en qué problemas nos meteríamos todos, Error seguro destruiría este universo, Ink pelearía con él, yo dejaría hablar contigo porque posiblemente mi hermano moriría y ¡woah! ¡Acabo de detener un desastre! ¿Soy un buen chico? 

...Tenía razón.

Geno negó con la cabeza sonriendo, intentado que todo ese discurso echándole la culpa indirectamente no le afectara, Stave se notaba que estaba molesto por todo el problema que había hecho junto a Blard, felizmente había llegado para echarlo en cara, antes de provocar todo ese embrollo si sus hermanos vieran lo que había provocado.

— Sí... Gracias, Stave por venir.

— Para eso estoy, mi pago es no ser niñero de esos niños.

— ¿Pero qué dices? Ellos te aman.

— Qué pena, yo ya me debo ir, le dije a Blard que debe venir dentro de un rato, así que prepárate.

Stave se estaba alejando cuando Geno le detuvo.

— Espera, ¿Regañaste a Blard?

— No, para nada, le dije que hizo bien en matarse trabajando sin siquiera dormir. Obviamente si te iba a regañar a ti, lo iba a hacer con él. ¡Adiós!

Y desapareció, dejando a los niños algo tristes por la ida del desconocido pecoso y brillante. Geno los mimó un rato, bastante pensativo por lo que acababa de pasar, Stave había hecho bien siendo duro con ambos mayores, le hizo pensar bien en la situación y en lo tonto que había sido.

Estaba bien enojarse, pero quizás había exagerado con no hablarle cada vez que Blard se pasaba a ver los niños, por más de tres días.

Ya era hora de arreglar las cosas.