90

107 21 7
                                    

— Pe-lu-che.

— ¡Duche!

— No, no, Rai, pe-lu-che.

— ...¡uche!

— ¿Por qué no le enseñas la palabra mamá? —Preguntó Blard mientras jugaba con su hija a armar torres, la pequeña todavía no controlaba el equilibrio así que se le caían constantemente, eso le divertía de todos modos.

— Sería lindo pero, ¿No crees que es demasiado cliché?

Geno en cambio a Blard, quien estaba recostado de lado sobre la alfombra con Moka, estaba sentado en la cama con Rai sobre sus piernas intercambiando miradas entre el peluche entre sus manitas y su madre; balbuceando sin captar el objetivo de su progenitor. 

— No le veo de malo —Comentó entonces el mayor—, puede que sea algo usual entre las familias, pero seguirá siendo único para nosotros, son sus primeras palabras, al fin y al cabo, nuestros hijos, y que nos reconozcan como madre o padre, nos llena de alegría.

— Ains, Blard, ahora temo que no diga madre y me sienta desolado.

Blard sonrió apenado.

— No es lo que quería decir, cielo, si Rai dice otra cosa, dejo que Moka aprenda a decir mamá.

El de bufanda rió, dejando a su hijo en la alfombra para que fuera con su hermana, Blard se sentó, así la pareja se podía ver mejor, dedicándose miradas llenas de afecto y confianza.

— Aunque lo intentes, Moka te tiene de favorito, seguramente dirá papá como primera palabra.

Rai gateó hasta donde su melliza, quien seguía tratando de construir con los bloques, al llegar donde ella, no pudo detenerse y calló sobre uno de los cubos, pegándose sin hacerse daño en la frente, pero por ser directo en su cabeza, comenzó a llorar, deteniendo la conversación de los mayores, pues Moka al ver a su hermano sollozar en alto, le siguió.

— ¿Qué pasó? —Preguntó Geno parándose de inmediato, Blard al saber cual era el herido, acercó a él a Rai para averiguar si el problema fue serio, Geno tomó a la bebé para calmarla.

— Shh... Rai... Ya pasó. —Calmó Blard, pero el bebé no se dejaba, llorando casi como un berrinche, miró a su prometido— Se resbaló y uno de los cubos le cayó en la frente.

— Pero cómo... Son bloques de peluche.

— El susto, seguramente.

Blard siguió en su intento de calmar al bebé, pero el infante empezó a removerse y chillar, parecía que estaba viviendo una tortura y el pobre padre se estaba impacientando al no saber qué sucedía, Geno también se puso ansioso pues Moka al ver que su hermanito seguía implorando algo, persistía en llorar.

Ambos pudieron comprender qué pasaba cuando el pecoso exclamó entre sus llantos.

— ¡M-MAMÁ! —Exclamó, alzando sus brazos hacia el aludido, Geno casi queda petrificado, Blard se levantó con Rai en brazos que aún gritaba la misma palabra.

— Ay, mi niño... —Dijo Geno pudiendo tomarlo cuando hicieron intercambio de hijo, el de bufanda arrulló a su bebé mimado, quien recién comenzó a calmarse— No nos des sustos así, mamá está aquí...

Blard sonrió enternecido, y le secó las lágrimas a Moka, cómplice de las mañas de su hermanito, pues siguió como si nada después que todo se calmara, balbuceando.

— Al final, sí dijo lo "cliché".

— Pero me encanta. —Terminó por agregar Geno— Realmente te alegra el alma.

Rai se acurrucó en sus brazos y se relajó.

Tiempo | BlenoWhere stories live. Discover now