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Iba a ser un día algo agitado, así lo veía Geno que pisaba el suelo reiteradamente, hasta que pronto sintió la voz de quien reconocía, se levantó al ver entrar al pintor y al parecer, cuñado, quien le abrazó casi son consideración de su vientre, tuvo que apartarlo un poco. 

— ¡OH, DIOS, GENO, QUÉ PANZA! ¿Tanto comes acá?

— Ink... —Sonrió, con el gesto de querer golpearle, pero gratamente su hermano fue quien al aparecer, le dio un manotazo en la cabeza.

— Está embarazado estúpido culo de arco iris. —Le regañó— De abominaciones pequeñas por una abominación más grande.

— No seas tan grosero, Error, aunque es un gusto verte después de... siete meses más o menos.

— ¿Cuánto tiempo llevas embarazado? ¿¡Y de relación!? ¿¿Es con el Sans de acá no?? ¡¿Ya se casaron?! ¿Tienen nombres?

— Con calma, Ink. —Rió— Llevo seis meses embarazado, hace dos cumplimos tres años de noviazgo, uh, sí, es el Sans de acá, no nos hemos casado y todavía no hemos pensado nombres.

— No están casados pero ya lo estarán —Dedujo algo gruñón el azabache viendo fijamente aquel anillo de compromiso, Geno sonrió apenado, acariciando su vientre mientras se sentaba en la cama, por ser dos bebés, su abdomen estaba más grande— Serán bastardos.

— Uhg, no los llames así.

— Mientras no tengan nombre...

— ¡Error! ¡No seas así! —Dijo Ink sentándose al otro lado, aunque de lo emocionado e inquieto, se arrodilló frente a Geno para estar a altura de su vientre— Serán adorables~.

— Gracias, Ink. ¿Quieres sentir sus pataditas?

Se quedaron conversando por un largo rato, habían decidido esta hora porque Blard estaría trabajando, no era un secreto pues Error prefería estar lejos de su cuñado, mas, el tiempo pasó volando y en menos de un parpadeo, el trabajador del desierto ya estaba abriendo la tela para pasar, deteniéndose a medio camino al ver que no estaban solos.

— Oh... Siento interrumpir. 

— Ay, Blard. Bienvenido. 

— ¡Hola, soy Ink!

— Ink, hace años que no te veo, aunque creo que no me recuerdas. —Saludó con la mano al adverso, sintiéndose asesinado de mil formas en esa mente retorcida por parte del destructor— Buenas tardes, Error.

— ...Hola. 

Fue difícil, pero al final pudieron pasar tiempo los cuatro, Geno podía sentir esa tensión por parte de su hermano a su prometido, y éste trataba como podía no verse afectado o incomodado, aunque sabía que costaba, no era fácil ignorar ese odio palpable, también teniendo cuidado con lo que decía.

Ink tras un rato se fue muy feliz de sentir las pataditas en sus manos, sacando afuera a Blard para que los hermanos se despidieran, Geno abrazó a a Error, este al separarse le pasó varios frascos pequeños de tinta.

— Error...

— Es un mal necesario, no confío en ese idiota, cualquier cosa que te haga y no me haré cargo de lo que suceda. 

—... Bien, lo guardaré por ti.

— Adiós.

— Nos vemos, Error.

Una vez se fueron y Blard entró, Geno ya había guardado los frascos, miró hacia la nada cuando Blard pasó su brazo sobre sus hombros, besando su sien con cariño y afecto.

— Veo que trajeron varios regalos. 

En efecto, Ink dejó varios juguetes de obsequio. 

— Sí... Fueron atentos. 

Tiempo | BlenoWhere stories live. Discover now