Tiempo | Bleno

57.

Geno caminaba feliz al saber que era la hora donde su pareja llegaba del trabajo, era parte del día donde más le emocionaba, a veces pasaban horas sin poder verle, era imposible no extrañarlo y más recibir sus mimos. No es que fuera dependiente, solamente estaba acostumbrado a sus besos, que era raro no tener uno, si ocurría algo que tomaba tiempo a Blard como asuntos en la capital, él podía esperar tranquilamente sin desesperarse.

No obstante, algo le hizo detenerse en seco, veía a su novio estar dejando algunas cosas sobre los suministros, pero antes de que pudiera darse vuelta, una monstruo, una que claramente reconocía, se acercó a él empalagosa y coqueta, era a la única que no toleraba de ese pueblo.

Se notaba que Blard no le hacía mucho caso, siempre amable al rechazar sus propuestas, pero sabía bien que se las aguantaba... Empero, Geno no. Y se acercó carraspeando.

— Espero no molestar en algo.

Blard iba a hablar pero la monstruo le interrumpió.

— Pues la verdad es que sí, bonito, estaba hablando con este galán ~.

A ninguno de la pareja le había gustado ese tono. Pero el mayor dejó que el de bufanda hablara.

— Lamento entonces decirte que mi prometido Deba ayudarme a algunos asuntos sobre nuestros hijos.

Dijo molesto, pero manteniéndose firme, se llevó la mano al vientre esperando que su estrés no se fuera a sus hijos. La monstruo se indigno, pero no pudo hablar.

— Fue un gusto charlar, pero ya oíste, debo llenar de mimos a mi futuro esposo.

— Blard. —Se quejó algo bajo el aludido, pero el mayor solo rió abandonando consigo a la otra, molesta y humillada.

Ambos se fueron caminando hasta su propia tienda.

— No sabía que eras tan celoso, Geno~.

— Tsk... Todavía no entiendo como no ven que vamos a ser una familia e incluso nos cansaremos...

— Creen que soy alguien fácil. —Dedujo, mientras besaba la sien del menor— Pero el único capaz de cautivarme y enamorarme cada día más, eres tú.

— Blard... Eres un tonto.