48.

206 41 1
                                    

La llegada donde Alphys fue rápida, Blard no había querido perder tiempo y se teletransportó hasta el laboratorio, asustando a Alphys en el proceso, en tan solo en unos minutos Geno ya estaba apartado en una habitación llena de máquinas médicas que no comprendía, además de la monstruo que se sentó con una hoja a mano anotando las respuestas de las preguntas hechas.

— ¿Desde cuándo t-tiene vómitos?

— Creo que hace dos semanas.

— ¿Qué otros síntomas tiene? ¿Dolor de cabeza? ¿Mareos?

— Los vómitos vienen con los mareos, a veces al despertar, cocinar o en cualquier momento, así como el dolor de cabeza.

— Oh... ¿Y c-cambios de humor? ¿Ha comido algo raro estas semanas?

— ¿Cambios de humor...? No creo, he comido lo usual pero podría ser algún té de hierbas...

La doctora se levantó buscando entre los cajones algunas cosas, el de bufanda roja ignoraba lo que hacía, recordando algún acto que no era común en su rutina, quizás sus infusiones hechas en secreto fueran las culpables.

— No creo, sinceramente, las hierbas que tenemos acá no son dañinas, pensé que hubiera podido ser algo proveniente fuera de... e-este universo. —Suspiró, acercándose hasta el esqueleto con un aparato— ¿Geno, verdad? Creo saber lo que padeces, pero necesito que lo compruebes dejando una muestra d-de tu alma aquí. 

Geno parpadeaba, tenía también sus sospechas pero la posibilidad era mínima, asintió y realizó la acción sin muchos problemas en la habitación continua, posteriormente Alphys al ver el resultado, anotó algunas cosas en el papel.

— Esto... ¿Cuando fue la última vez que... ustedes t-tuvieron relaciones? Al menos sin la p-protección adecuada?

— ¿¡Q-Qué!? ¿Eso tiene alguna importancia? —Preguntó avergonzado, Alphys se mantuvo observando, nervioso tuvo que responder— Dos meses si no me equivoco...

— Entonces es un hecho, G-Geno, usted está esperando. —Concluyó— Deberá volver mañana para hacer mejor los controles, s-su nivel de hormonas es mucho más de lo común.

Eso había sido un balde de agua fría, tragando saliva incrédulo, no salían palabras de su boca pero no estaba desanimado, parecía que su mundo había explotado en colores y todavía debía procesar todo lo que se vendría adelante, asintió a sus palabras, agradeciendo repetidamente, para volver donde Blard, quien estaba esperando sentado en una silla cerca de la habitación donde estaban ambos. Al verle se le acercó tomando sus manos, ver su expresión con su cuenca brillando le daba sospechas al menos positivas.

— ¿Qué ha dicho ella? ¿Tienes algo malo?

— No... No es nada malo. —Respondió correspondiendo el agarre, la emoción dejó a un lado todos sus nervios— Blard, vamos a ser padres.

Tiempo | BlenoWhere stories live. Discover now