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Geno estaba recostado en la cama con varias almohadas tras su espalda con tal de acomodarse, mientras que tejía en silencio, ese día lo sentía extraño, había sentido más frío pese estuvieran en las horas donde el calor aumentaba a su tope, por el agotamiento de su alma ya no podía moverse de ahí, por lo que Papyrus le pasaba la comida en las horas donde Blard tenía que buscar reservas, ese día tocaba el alimento semanal.

Pensó que el frío que calaban sus huesos era debido a su estado, así que intentó no preocuparse.

A los minutos llegó su prometido, sobándose los brazos tras cerrar la tienda, Geno le miró algo preocupado. 

— ¿Sucedió algo?

— Ha estado el día... Muy extraño. —Dijo en respuesta— Está haciendo frío.

El mayor se acercó para darle un choque de dientes y así sentarse a su lado, acarició su pancita, sintiendo de inmediato las pataditas de sus bebés. Geno no sabía como reaccionar a su comentario, de todos modos él había vivido más tiempo en Sandtown, quizás ese cambio climático era normal, sin embargo al examinar al mayor supo que estaba muy pensativo.

— ¿Blard? —Intentó sacarlo de su trance, sin éxito.

Soltó un suspiro, a veces era difícil sacarlo de las nubes, así que resignado esperó a que dejara de pensar. No obstante pudo descubrir lo que sí era capaz de sacarlo de allí, y fue un ruido estruendoso que hasta a él le había sobresaltado, Blard se levantó de golpe, casi perdiendo el equilibrio, nunca había oído algo tan prepotente.

— ¿Y eso?

— No tengo idea... —Respondió.

— ¿No serán las amalgamas...?

Al escuchar eso, el mayor le dedicó una mirada dudosa, si era así, debían tener especial cuidado, susurró un no te muevas, sabiendo que si era algo de tal magnitud como un terco también querría ayudar a evitar algún ataque de esos seres agresivos, se sentía inútil estando ahí, pero su alma no le permitiría, se agotaba demasiado rápido y hasta Error notaría su exceso de cansancio.

Blard se acercó a la salida tomando una de sus antorchas con cuidado, de este modo abrió la tienda y salió a la misma velocidad, a los segundos volvió, deshaciendo su expresión seria por su sonrisa habitual, más engrandecida, provocando confusión en el de bufanda.

— Tienes que mirar esto, amor. —Habló, elevando la tela que hacía de entrada—Mira el cielo.

Nuevamente retumbó, llegando a asustar al menor, poco después pudo ver el cielo, habían nubes grises, no tardó en comprender, estaba apunto de llover.

Un evento meteorológicamente imposible, era poco lógico que estuviera pasando ese fenómeno, pero a nadie le estaba dañando, los barriles se llenarían y podían cubrir para varios días. Geno no había visto la lluvia desde que perdió su Au a la par que Blard con el incidente, podrían haber solo cataratas pero la lluvia no era normal. 

Era un evento muy hermoso, no quería perderse ese espectáculo. 

— Quiero acercarme...

No tuvo que esperar nada, el mayor asintió y con cuidado lo levantó para acompañarle hasta la salida, se teletransportó para buscar un paraguas y como si nada lo abrió para salir junto a su querido novio embarazado, era un lindo momento, sabía que Blard estaría pensando algo relacionado al por qué de la lluvia, pero no era momento de eso, sino, del disfrutarlo. 

— Esta frescura hace tiempo que no la siento. —Comentó Blard, dejándole el paraguas y así divertido avanzar con tal de mojarse con la lluvia que llevaba minutos cayendo.

— Ay, tonto. —Rió— Te vas a resfriar.

Se echaron unas risas más antes de decidir volver adentro, Geno ayudó a secar a su pareja y así ambos acostarse en la calidez de la cama, estando un largo minuto viéndose y comentando al respecto, hasta que Blard interrumpió los segundos de silencio.

— ¿Sabes? Pensé algo... Sobre el nombre.

— ¿Sí? —Blard asintió.

— ...Rai. —Dijo, cerrando sus cuencas— Puede ser que asuste un poco por ser único, pero tras un tiempo, uno de verdad lo disfruta, conoce la suavidad y tranquilidad que puede ofrecer.

— Ay, me gusta mucho.

— Entonces se quedará con Rai.

— Moka y Rai.

El mayor le dio un clank y se quedaron dormidos tras acariciar un rato su vientre. 

Tiempo | BlenoWhere stories live. Discover now