El gran momento había llegado.
-Tu puedes hermano.
Dijo Nino y Adrien asintió mientras se dirigía donde estaba Marinette y las demás chicas.
Ése día lo haría, ése día se le iba a declarar, se casarian y tendrían muchos, muchos hijos y un hámster.
-Marinette ¿serías mi novia?
Dijo al acercaré y ella se volteó a verlo en shock por oír éso.
-Lo siento Adrien, yo sólo te veo como a un amigo.
Respondió con una sonrisa mientras le daba la espalda y el chico se tocaba su dolido pecho.
-¡Hooooooo!
Todas las chicas celebraron mientras le daban los cinco a Marinette por devolverle a Adrien la que le hizo ganar un premio a la mejor frase.
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Ésa misma noche.
En la habitación de Marinette.
La chica estaba acostada boca abajo en su cama con cientos de pañuelos descartabas a su alrededor.
-¡Waaaaaa! ¡Soy una tonta, ahora voy a terminar soltera y gorda! ¡Waaaaaa! ¡Lo amo tanto pero para que no se den cuenta que estoy desesperada le dije que no! ¡¿Por qué no lo viole?! ¡¿Por qué?!
Mientras que afuera, encima de la casa de Marinette, cierto héroe felino estaba con la mirada en blanco y reconsiderando si fue buena idea ir a visitar a Marinette ésa noche.
