Rose y Juleka iban caminando hasta que un chico pasó cerca de ellas y la rubia arquero una ceja al ver que su amiga lo miró discretamente.
-¿Acabas de mirar a ése chico?
Preguntó mientras se detenían y la gótica suspiraba con fastidio.
-Por favor Rose, no empieces.
Suplico por ver a su amiga enojada.
-¡Ya es tardé por que ya empecé! ¿Qué tiene él que yo no?
-Para empezar tiene... olvidalo.
-Ya entendí ¡¿Ta vas a volver hetero por que yo estoy más plana que una tabla y ése chico tiene buen trasero?!
Las personas que pasaban las miraban de costado y Juleka se sonrojo.
-Ya Rose, no hagas una escenita en público.
-¡Ya es tardé por que la estoy haciendo! Mi madre tenía razón, tu no eres la indicada para mí.
Se llevó una mano a los ojos de manera dramática mientras la gótica miraba al cielo.
-Por favor, dame paciencia por que si me das fuerzas la mato.
-¡¿Ahora me amenazas?!
Juleka bajo su mirada mientras negaba.
-Matenme por favor.
Un par de niños se acercaron a ellas con curiosidad por verlas discutir en público.
-Disculpen señoritas ¿Ustedes están saliendo?
Preguntó uno de manera inocente y curiosa.
-Para nada, sólo somos amigas.
Contestaron al unísono mientras los niños se miraban confundidos.
Ser grande parecía complicado.