Los padres de Marinette no estarían por ésa noche y ahora ella estaba en la cocina de su casa, a solas con Adrien y latas de crema.
Marinette se acercó a su novio mientras batía una lata.
-Adrien, estamos sólos en mi casa con muchas latas de crema batida ¿Piensas en lo mismo que yo, gatito?
Dijo con voz seductora y el rubio asintió con una sonrisa como la de ella.
-Totalmente my Lady, esto se va a calentar.
..
Una hora después.-¡Tarta, tarta, tarta! ¡Quiero otra tarta!
Gritó un feliz Adrien mientras su novia se deshacía de otra lata.
-¡¿Más?! Ya te comiste och...
-¡Quiero más tarta!
Marinette suspiro profundo y se puso a preparar otra tarta.
"Tonto e inocente Adrien, tonta tarta y tonta yo por ser de mente perversa."