Marinette se arregló su vestido rosado mientras daba un gran suspiro y miraba a las personas de ése lujoso restaurante.
Luego de asimilar sus identidades, ella y Adrien se dieron un tiempo para pensar y luego de casi un mes, planearon tener su primer cita antes del noviazgo.
Las mejillas de la azabache se ruborizaron y sonrió sin contención.
Ésa noche sería perfecta y nada lo iba a arruinar.
Hugo, Emma, Luis y el hámster llamado "primera cita" en éste momento, cada vez estaban más cerca de hacerse realidad.
Marinette vio como Adrien se acercaba y casi dio un gritó de "¡Aquí estoy, yo soy tu cita!" pero su alegría pronto se esfumó al notar algo.
-Hola princesa.
Saludo el chico tras llegar y extenderle un ramo de rosas.
-Para usted.
La azabache tomó el ramo con una sonrisa fingida.
-Muchas gracias. Por cierto, esto era una cita ¿verdad?
Preguntó mientras Adrien tomaba asiento.
-Así es, nuestra primer cita.
Respondió mientras veía el menú y la chica sonreía nerviosa.
-Entonces ¿por qué está tu padre con nosotros?
Preguntó mientras miraba al hombre que se sentó en medio de los dos y mantenía su habitual seriedad y tenía una cinta atada en su cabeza que decía "Adrinette".
-Es que no lo quiero arruinar y le pedí que me acompañe para no meter la pata como acostumbró.
Aclaró el chico y Marinette asintió, antes de revisar el menú.
Pasé a que Adrien ya lo arruinó, al menos tenía una cita con él.
Peor es nada.