Un sonriente y alegré Adrien llegó por sorpresa a la habitación de su novia y palidecio al ver que estaba con Nino, el cual se probaba gorras que ella diseño.
-Oh, hola Adrien.
Saludo la azabache pero el rubio la ignoro.
-¿Estaban juntos? No puede ser. La traición, la decepción hermanos.
Los dos se miraron entre si.
-Sólo estábamos hablando de Alya y Marinette me pidió que me pruebe estás gorras.
Explicó el moreno y Adrien asintió.
-No, no se preocupen no me molesta.
-¿Enserio?
Preguntó la chica incrédula pero feliz de que Adrien al fín dejé sus celos enfermizos.
-No me duele... ¡Me quema, me destroza! ¡Ya no quiero vivir!
Y se fue corriendo mientras sus amigos rodaban los ojos.
Adrien aveces podía ser un poquito melodramatico.
-Por cierto Nino, ve con cuidado por que seguro Adrien contrata a un mafioso.
-¿Otra vez? Es la cuarta vez que uno de mis amigos contratan a alguien para que me dé una paliza.