Marinette siempre fue una chica celosa pero ahora que salía con Adrien era mucho peor sus celos y las miradas de las chicas hacia su novio.
No importa a donde vayan, las chicas siempre seguían a Adrien con la mirada o se acercaban a él, como sí ella no existiese y su novio no les decía nada.
Él, como siempre, era muy amable.
Ahora iban de paseo por el parque y la paciencia de la azabache llegó a su límite al ver a una hermosa chica rubia, comiéndose con la mirada a Adrien.
-¡Ya basta! ¡Ya deja de mirarlo! ¡Él es MÍ novio! ¡Ya entiendan por favor!
Gritó enojada, mirando a la rubia que le sonrió y le guiñeo un ojo.
-No lo estaba mirando a él, guapa.
Marinette se sonrojo y un molestó Adrien la tomó de la mano y se la llevó.
-Usted y yo tendremos una larga charla jovencita.
-Me dijo guapa. Nunca me habían llamado así.
Y la chica sólo se sentía feliz por ser llamada guapa por primera vez.
