Nino llamó a Alya y ella atendió al instante.
"-¿Qué sucede, Nino?"
El chico sonrió. Era tan agradable oír la voz de su novia.
-Nada, sólo estaba en algo sumamente importante y pensé en ti.
Llamenlo, Nino Romeo Lahiffe.
"-¡Aww! Que lindo."
-Me gustaría verte nena, pero tristemente no puedo.
Dio un suspiro cargado con tristeza.
No se podían ver ¡Pero sus corazones! Siempre estarían entrelazados.
"-¿Por qué no? Yo también te quiero ver."
El de anteojos sonrió al oír la pregunta que esperaba.
-Ya te dije que estoy en algo sumamente importante.
"-¿Qué haces que es tan importante?"
La voz de Alya se oyó sería.
¿Qué era tan importante como para no poder ir a verla?
-Estoy haciendo popo, tengo diarrea.
Y la morena cortó la llamada para así Nino estallar en carcajadas.
-¡Juajuajua! ¡Alya me va a matar! ¡Juajuajua!
Adrien que había ido a jugar videojuegos con su amigo, lo miró confundido.
-Hermano ¿por qué te condenas a ti mismo?
Ni siquiera él se auto-condenaba tanto cuando friendzoneaba a Marinette.
-Sí la molestó, nunca se aburrira de mi por mis ocurrencias.
Aclaró el moreno antes de agarrar uno de los controles y hacer a Adrien recapacitar.
Es verdad, es un hecho científico que para que una novia no te dejé, debías molestarla hasta que te duela.
Agarró su celular y llamó a Marinette.
-¿Hola? ¿Princesa? Estoy pensando en ti.
Marinette no lo dejaría jamás.
"-Ahora no puedo hablar, Adrien, estoy en una cita."
La chica cortó la llamada y el rubio quedó con la mirada en blanco.
Nino fruncio el ceño al ver que su amigo palidecio tan de golpe.
-¿Qué pasa bro?
Adrien lo miró y empezó a hacer pucherito mientras le caían lágrimas.
-¡¿Qué?! ¡¿Por qué lloras?!
..
Con Marinette.La chica sonrió mientras volvía a jugar videojuegos.
Como sí ella fuese tan ilusa para caer en ésa broma barata que le enseñó a Nino.