"Me estaba ayudando..."
Jeongyeon :
Al salír de la escuela me dirigí hacia el Hanok, necesitaba pensar, necesitaba más que treinta días para ayudar a Jimin, pero sabía que él no aguantaría tanto, salvarlo era mi deber y lo haría.
A la mañana siguiente me encontraba camino a la escuela con un animo mucho mejor, ya que si bién el anterior no había sido un buen día, lo intentaría otra vez.
Al acercarme a la entrada pude ver a Jimin llegar, un golpe se encontraba justo en su ojo derecho, y su labio estaba partído, no me costó darme cuenta que aquellos golpes provenían de su padre.
Al verme intentó ocultar su rostro, muy tarde, pues ya lo había visto, quise acercarme pero huyó.
¿Por qué eres tan difícil Park Jimin? ¿Por qué no me dejas acercarme a tí?
Noté al entrar que aquellas miradas llenas de disgusto seguían en mí como el día anterior.
No sabía que era lo que pasaba, yo no había hecho nada malo para recibír ese tipo de tratos.
Intenté no darle mucha atención y dirigirme al salón, pero alguién me había empujado adrede haciendo que por inercia cayese al suelo, en ese momento las miradas feas se convirtieron en burlas, dedos señalandome y risas por todas partes.
Lo que sentí en ese momento, jamás lo había sentido, era asfixiante, me oprimía el pecho y mis ojos ardían intentando retener las lágrimas, ¿que era eso?, solo quería que pare.
Iba a levantarme para huír cuando alguién se adentró entre la multitud, se acercó a mi y tendió su mano.
Me estaba ayudando...
Jimin:
Desperté aquella mañana con los gritos de mi padre sin ningún motivo, estaba ebrio, otra vez.
Entró a mi habitación sin cuidado alguno y comenzó a gritarme, a decírme lo que siempre me decía y lo que yo ya sabía, o lo que me hacia creer.
"tú jamás debiste haber nacído, solo traes problemas."
Luego de aquello pude sentír un fuerte dolor en mi ojo derecho, me había golpeado, y así continuó hasta que se le dió la gana parar, nisiquiera intenté defenderme pues aquello no serviría de nada.
Tuve que ír a la escuela en aquellas condiciones. Iba llegando a la entrada cuando logré divisar en frente mío a aquella chica nueva, Jeongyeon. Me observaba fijamente, conocía esa mirada, era lástima, detestaba eso. Ella quiso acercarse a mí pero fuí más rápido y abrí paso hasta llegar al salón.
Me senté en mi lugar y saqué mi celular del bolsillo junto con los audífonos.
Hasta que llegue el profesor tendría un tiempo tranquilo.Me quedé así hasta que escuché fuertes risas fuera del aula, por la ventana que daba al pasillo podía ver a muchos alumnos amontonados, no le presté mucha atención a aquello hasta que la ví tirada siendo el objeto de burla de aquellas personas.
En ese momento sentí mucha rabia, núnca entenderé lo divertído de lastimar a una persona, jamás.
Me levanté de mi asiento y caminé hacia ella, estaba triste y angustiada, lo sabía, no la dejaría allí.
Extendí mi mano en frente de ella, ofreciendole ayuda, me observó fijo por unos segundos y luego la tomó, por atrás oía comentarios despectivos hacia nosotros, jalé a Jeongyeon hacia el patio trasero, dejándolos a todos atrás.
---Gracias.--- hizo una corta reverencia hacia mí.
Pude ver una sonrisa muy notoria en sus labios, lo que no pude entender después de lo que pasó.
---Te molestaron, se burlaron de tí ¿y estás felíz?, no lo entiendo--- confesé, ella en verdad era extraña.
---Pues sí, pero tú me ayudaste, si eso ayuda para que podamos ser amigos, entonces estoy felíz.
Aquellas palabras me hicieron sonreír sin que lo notara.
---¡Sonreíste!, ¡estás felíz!, significa que te agrado, ¿verdad? --- ella sin duda era diferente, parecía ser de otro mundo.
---- No.
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Seres Guardianes.
FanficLa única regla; "Está estrictamente prohibido establecer un vínculo afectivo entre un ser guardián y un mortal". (Bueno chiques esta fue mi primera historia y está llena de horrores de ortografía, leanla si tienen ganas pero es malísima, no se las...