Seres Guardianes.

XXV

"Todo fué una mentira."

Jeongyeon:

---- Y-yo...

---- Es que es ridículo siquiera pensarlo--- rió sin gracia --- esta broma ya me está desesperando Jeongyeon.

---- ¡Ya te dije que no es una broma! ---- grité desesperada y con algunas lagrimas amenazando con salir,  realmente estaba frustrada,  era muy dificil para mí decirlo. --- Estoy hablando enserio,  todo lo que te dije ese día es verdad Jimin. 

---- Es que no puedo creerte,  esto suena a una historia de Disney o algo así,  no te creo. 

---- ¡Jimin!---suspiré ya agotada de la situación---- bien,  de acuerdo,  sé que para tí es ridículo y algo totalmente imposible y loco pero te lo juro enserio,  no te estoy mintiendo--- lo miré a los ojos--- no soy una humana,  no vengo de Suwon,  estoy aquí para ayudarte. 

---- Es que... Es una locura. 

---- ¿Quieres una prueba?,  bien,  te daré una prueba,  sigueme.--- me levanté del columpio y comencé a caminar con Jimin detrás.

Me dirigía hacia el hanok,  la prueba que iba a darle no era probablemente la mejor,  pero no tenía otra opción.

Al llegar me adentré en la cocina,  abrí una de las gabetas y saqué un cuchillo de ella. 

--- ¿Qué haces? 

--- Dame tu mano.

--- Jeong. 

--- Que me des tu mano--- ordené a lo que él la extendió rápidamente,  al tenerla en mi poder realicé un pequeño corte en esta con el cuchillo, lo que provocó un gemido de dolor por su parte. 

--- ¡¿ Qué haces?! 

Antes de que saliera más sangre de esta coloqué mi mano encima y cerré los ojos tratando de obtener mi mayor concentración,  en el momento una luz rosa emanó de ambas manos recubriendo la herida y sanandola sin dejar nisiquiera una cicatriz en su lugar. 

Al notar esto Jimin quedó absolutamente paralizado,  estaba asustado. 

--- Aquél día en el que trataste de suicidarte... Si lo llegaste a hacer,  no estabas respirando,  yo hice esto,  usé este don contigo antes. 

--- Tú... N-no. 

--- Ahora escuchame porfavor,  vine aquí hace veintiún días,  mi misión era ayudarte a salir de la vida que tenías antes,  debía ayudarte,  debía salvarte. 
Ahora tengo solo nueve días para volver a casa... Ya no podré volver--- dejé escapar las lágrimas. 

Pude ver que también estaba llorando,  me creía,  pero estaba desepcionado,  no dijo ni una sola palabra,  solo se fué. 

--- ¡Jimin espera!--- Salí corriendo detrás de él pero era más rápido que yo,  sin embargo no me dí por vencida. 

Jimin:

No sabía nisiquiera hacia donde estaba yendo,  solo corría sin rumbo. 

No podía entenderlo,  no quería hacerlo,  ella me había mentido, todo había sido una mentira,  nunca le importé,  todo fué por aquella torpe misión.

---- ¡Jimin cuidado! --- la oí gritar detrás de mí.

Sin darme cuenta y de un momento a otro me encontraba en la calle,  pude escuchar una potente bocina cada vez más  cerca de mí y cuando volteé hacia la dirección de la que provenía pude ver que un auto intentando frenar se acercaba cada vez más a una velocidad que no me permitió reaccionar.

-----------------------------------------------------

Voy a intentar actualizar más seguido.