Seres Guardianes.

V

                    "Invisible"

Jeongyeon:

Esa misma tarde decidí seguír a Jimin, quería analizar la situación con su padre.  El día entero estuve siguiendole los pasos a ese chico,  y es que fué a todas partes menos a su casa.  Estuvo en el parque,  en un café, en el cine,  en toda la ciudad para resumír. Iba a darme por vencida cuando noté que paró en frente de una casa y sacó finalmente sus llaves. Me escabullí por la parte de atrás para evitar así ser vista.

Algo sobre nosotros, los seres guardianes, es que no podríamos  cumplír nuestro trabajo si no tuviesemos algunos poderes que nos ayudasen para realizarlo,  efectivamente,  me había vuelto invisible para entrar a aquella casa sin problemas.

Jimin ingresó al lugar sin hacer mucho ruído,  no obstante esto no impidió que su padre lo notara puesto que estaba esperandolo en medio de la oscura sala.

---¿Estas son horas de llegar? --- preguntó aquel hombre con un tono frío mientras encendía la lámpara que estaba junto al sofá en el que estaba sentado.

----No es tan tarde---- contradijo Jimin---- apenas son las siete y tenía que terminar algunas cosas.--- noté como aquél azabache desvió la mirada puesto que aquello último no era verdad.

---- ¡No me importa si te parece tarde o no,  mi casa no es pensión! ---- su tono se elevaba más con cada palabra y pude notar a Jimin tensarse ante este acto.

---- Lo sé,  perdóname,  no lo volveré a hacer,  lo juro---- su tono de voz era bajo y tembloroso haciendo notorio su miedo

---- Claro que no lo harás, porque ahora mismo te voy a corregír--- este último jaló al más joven del cabello y se lo llevó arriba arrastrandolo,  en el momento en el que los dos estaban allí se escuchaban fuertes golpes pero ni un solo quejido por parte de Jimin, lo que en verdad me asustaba.

No pude evitar soltar algunas lágrimas intentando que no se escucharan mis sollozos,  y es que me sentía tan impotente,  estaba allí sentada sin poder hacer nada ante tal situación.

Pasó rato hasta que el mayor salió de la habitación maldiciendo por lo bajo.

Se sentó en el sofa y procedió a encender el televisor.
Creí que se sentiría culpable luego de aquello, pero nada pasó, ni una pizca de culpa logré ver en aquella persona.

Salí de allí para dirigírme al cuarto de Jimin,  aquél estaba sentado frente a su espejo con un botiquín en las manos, curando sus muy notorias heridas.

Pasada una hora se escuchó el sonido de la puerta cerrarse de un golpe,  su padre había salido y Jimin aprovechó la ocasión para escapar por atrás.

Se dirigió al parque en el que había estado esa tarde,  se sentó en una hamaca y allí quedó.

Bien,  era mi turno de intervenír.

---¿Te sigue gustando venir al parque a jugar? --- me acerqué a él,  sentandome en el columpio de al lado.

---No-- Tan Jimin.

--- ¿Y qué haces aquí?

---Pensar... refleccionar.

---- ¿sobre qué?

---- Preguntas mucho,  ¿te lo han dicho?

---- No, en realidad no hablo mucho.

Era verdad, era la más joven de los seres guardianes y nunca tuve una misión, no había mucho de que hablar con los demás, todos estaban muy concentrados en su trabajo.

--- ¿Y por qué me molestas a mí? --- auch.

--- Porque me das curiosidad. --- sacando el tema de que es mi protegido,  en realidad Jimin me causaba algo que me hacía querer saber de él.

En ese momento sentí un sollozo porvenír de él y al voltar lo ví,  sus ojos estaban vidriosos y su labio inferior temblaba. Verlo de esa manera me hizo sentír esa extraña opresión en el pecho que había notado desde que había llegado a la Tierra. 

No pude con esa imágen y abracé a Jimin,  creí que me empujaría o me gritaría,  pero no,  él solo se aferró a mí y lloró más fuerte en mi hombro.  Aquello era un avance,  lo sentía.

Jimin:

No sabía qué pasaba conmigo en ese instante,  solo sabía que necesitaba aquel abrazo más que nada en el mundo,  y Jeongyeon era la primera que intentaba acercarse a mí sinceramente.

Aunque intentara alejarla,  ella volvía y se queda conmigo.

¿Qué me estábas haciendo Jeongyeon?  Luego no podría soltarte.