Capítulo 4.

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Hannah.

—Gracias por intentar defenderme hoy, Cristal, sabiendo que me lo merecía, nunca había llegado tan tarde antes—. Le dije por última vez, mientras recogíamos algunos accesorios de la panadería, y los guardábamos en el pequeño almacén.



—Ya te dije que está bien, Han, no te preocupes—. Me dio una pequeña sonrisa, se la devolví, con un asentimiento en ella—. Ya te puedes ir, ¿Por qué sigues aquí?—. Me miró con curiosidad, mi mirada yéndose a la puerta, esperando al chico de ojos mieles en la puerta.

—Uhm, es que, me van a recoger—. Dirigí mi mirada hacia ella. Su sonrisa se ensanchó, haciéndome sonrojar de alguna forma. No tenía por qué, Ashton y yo sólo éramos amigos, bueno, un comienzo de amigos. Escuché la puerta de un auto sonar afuera, miré rápidamente hacia el frente, viéndolo mientras se acercaba y abría la puerta sonora de la panadería.

—Hola—. Me sonrió y besó mi mejilla, su perfume siendo tan dulce y a la vez agrío, dejándome una sensación extraña en mi cuerpo. Yo le di una sonrisa y miré a Cristal, indicándole que me iba.

—Nos vemos mañana, Cristal, gracias por todo—. Me despedí de ella con un abrazo pequeño. “Espero que me hables de este chico mañana” susurró en mi oído. Yo negué con la cabeza, diciéndole en bajo que se callara. Salí de la panadería, esperando a Ashton en la puerta.

—Ella se ve agradable—. Dijo pensativo, abriendo la puerta para mi.

—Sí, lo es—. Él me miró, mi mirada nerviosa se guió hacia el volante, siendo lo más interesante del mundo.

—¿Quieres conocer a mis amigos?—. Dijo. Por alguna razón, me imaginé a una pandilla muy extraña, revólveres y muchas otras armas, fuego y temores horribles, puñaladas, golpes—. Son agradables.

—Uhm... bueno, está bien, pero sólo un rato—. Emprendió camino hacia el lugar. Yo estuve con la mirada en la ventana, nos acercábamos a un espacio bastante agradable, habían muchos árboles y varios edificios. Se miraba muy libre. Ashton estacionó afuera de un edificio muy grande color blanco y un marrón claro. Miré con curiosidad el lugar, bajándome del auto, acomodando mis shorts y mi suéter, evitando el frío.

—Vamos—. El me dio un leve empujón por el hombro, haciéndome caminar hacia la entrada. Subimos cinco pisos en el ascensor, para llegar al que suponía que era su departamento. O eso creía. Abrió la puerta, me encontré con tres chicos sentados comiendo pizza, me sorprendí un poco ¿Vivía con ellos? Uno de ellos era moreno, ojos chinos y muy alto, lo supe por sus piernas, eran como las del otro chico, rubio, y un lindo piercing en su labio. El otro era igual de alto, lindas mejillas, y cabello color lila. Parecían agradables.

—Uf, Ash, te fuiste y nos dejaste toda la pizza—. El de cabello lila dijo, burlándose de Ashton. Todos tenían la mirada sobre mi, me sentí nerviosa, por inercia, me escondí detrás de Ashton, ocultándome, ellos rieron, el rubio llevando sus pasos hacia mi. Alcé la mirada para verlos, ojos azules brillando frente a mi. Realmente era muy bonito.

—¿Quién es ella? ¿Nueva compañera?—. El me sonrió.

—Ella es Hannah—. Ashton despertó—. Es una estudiante de la secundaria donde trabajo, ya saben, les conté—. ¿Él hablaba de mi o de su trabajo? Yo les di una sonrisa a cada uno de ellos, tímidamente acercándome para darles la mano, como saludo.

—Soy Hannah—. Le dije al de cabello lila.

—Yo Michael, pero estaría bien si me dices Mike—. Yo asentí, y él me sonrió de vuelta.

—Soy Hannah—. Seguí con el moreno.

—Calum, un gusto—. Sonrió, sus ojos achinándose.

—Soy Han...

—Eres Hannah, yo soy Luke—. Él se rió por mi continúo saludo, que ya había escuchado. Bajé la mirada sonrojada, regañando a Ashton con la mirada por no presentarme el mismo a sus amigos.

Ellos eran realmente agradables, Calum y Michael hablaban mucho conmigo, me contaban anécdotas y me ofrecieron un poco de pizza, la cual acepté con gusto. Me invitaron a jugar FIFA, les di miradas retadoras, y ellos se reían de mi por mi manera de expresarme mientras jugaba. No era la mejor, pero había aprendido algo cuando iba a visitar a mis primos en Cheshire hace menos de cinco meses.

Me reí de mi misma al pensar armas si los llegaba a conocer, no sería justo para Ashton. Y ahora que pensaba en él, no lo había visto desde que comencé a jugar partidas de FIFA. Mi mirada dio vuelta por toda la sala, Luke desvió su mirada, de su celular a mi cara.

—Ashton debe estar en la habitación de Calum—. Me informó. Yo le sonreí y me levanté del sofá, dejando solos a los tres chicos. Caminé por el pasillo, mis ojos viendo todas las puertas, hasta que vi una que parecía ser una habitación personal. Toqué la puerta, para no recibir respuesta. La abrí levemente, para ver la espalda de Ashton en la ventana. Lo miré curiosa, mis pies dando pasos hacia él, lo toqué levemente, se sobresaltó, su respiración siendo muy fuerte.

—Mierda, Hannah—. Me dijo, tocando su pecho con su mano. Yo me reí levemente, sentándome con confianza en la cómoda cama. Lo miré, esperando a que su nerviosismo pasara.

—¿Por qué te fuiste?—. Le pregunté luego de unos pocos minutos. Él se sentó a mi lado, su ceño frunciéndose levemente.

—Pensé que te sentías más cómodos con ellos, que conmigo—. Hizo una pausa—. Además, me duele la cabeza, esperaba a que quisieras irte, para irnos a mi casa—. Sacudió la cabeza al ver mi expresión confundida—. Tú a tu casa, y yo a la mía.

—Los tres son muy agradables, Calum es muy gracioso—. Admití—. Y uhm, también me fuera gustado que estuvieras ahí, gané FIFA 4 veces—. Dije orgullosa de haber ganado. Él se rió levemente con mi confesión.

—Lo sé, pero al parecer tomaste más confianza con ellos, que conmigo, te caen mejor tal vez?—. Me reí internamente. Pese a que no lo conocía desde hace tanto tiempo, ya comenzaba a agradarme Ashton como amigo. Él era muy dulce conmigo, y me ayudaba a despejar mi mente, concentrándome sólo en él. Raro.

—No es cierto, tú también eres... agradable.

—Sólo agradable, eh—. Su tono molesto me hizo reír. Me acerqué lentamente a él, dándole un beso en la mejilla. Sonrió con el toque de mis labios en sus lindas mejillas. Me sonrojé levemente, mi mirada yendo hacia mis dedos, éstos moviéndose con nerviosismo, el esmalte rojo quitándose por mis uñas. Él tomó mi mentón, sus ojos mieles viendo los míos azules, me sentí nerviosa una vez más con su toque—. Tú eres tan linda—. Su respiración caliente entrando por mi boca, cerré los ojos por la linda sensación, la luz tenue, dándome a ver sus lindos labios frente a mi. Me sorprendí cuando sus labios tocaron los míos. 

Amnesia | Ashton Irwin Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora