Amnesia | Ashton Irwin Fanfic.

Capítulo 11.

—Hey—. Un chico alto de cabello castaño se puso frente a mi. Estaba sudando, sentí que mi corazón se saldría de mi pecho cuando el tocó mi brazo con mucha delicadeza. Ashton, mi mente llamaba. No sabía qué hacer, no tenía a dónde correr. Por qué mierda Ashton no llegaba—. Que chica tan pequeña y sola—. Soltó una risa desagradable en mi oreja.

Me tomó del brazo, pegando mi espalda a la pared. Comenzó a besar mis brazos, lo miré con asco, las lágrimas rodaban por mis mejillas. Mis pequeños pies pegaban en sus piernas, sólo reía, su risa asquerosa contra mis patadas fallidas. Besó mi cuello y mis labios, causándome un asco increíble, yo no quería que él me tocara, me repugnaba su maldito toque. Tocó mis muslos, mi abdomen, para finalizar con mis pechos. Comencé a moverme, lo que hizo que sólo me pegara más a la pared impidiendo mi paso. Mis ojos se abrieron más cuando escuché un auto estacionarse frente a nosotros. Ashton. Él salió, con una mirada confundida, sus ojos poniéndose pequeños para visualizar mejor. Corrió hacia mi, quitando al asqueroso hombre de encima. Lloré más cuando Ashton lo tomó del brazo y lo tiró en el suelo, sus músculos tensándose mientras le daba un golpe en la mandíbula.

—¿¡Qué mierda crees que haces!? ¡No te atrevas a tocar a esta chica nunca en tu maldita vida! ¡Maldito bastardo!—. Sus puños aumentaron, quedé pegada al suelo sin saber qué hacer. Desperté, con miedo me acerqué a Ashton, tomándolo de la camisa con mis puños.

—¡Ashton, basta!—. Chillé.

Él se resistió, hasta que con toda mi fuerza lo saqué de encima. El chico quedó noqueado en el suelo, intentando levantarse, pero no lo logró. Mis lágrimas salían como ríos de mis ojos. Ashton casi lo mataba a golpes. Me abrazó de la cintura, su respiración agitada mientras su pecho subía y bajaba de manera irregular. Me sentí segura, aún con miedo, pero segura de que él estuviera aquí y me sacara de sus asquerosos brazos.

—¿Estás bien? ¿Te hizo algo?—. Su desesperación hundió mi corazón—. Perdón, mierda, perdón, debí haber estado aquí, este maldito te tocó—. Pegó su frente a la mía, mientras se echaba la culpa. Sus dedos limpiaron mis lágrimas, para que estas volvieran a salir, mojando los mismos lugares. Me besó los labios con fuerza, dejando el tacto caliente en los míos. Yo temblaba.

Entramos en su auto, yo todavía estaba shockeada por lo que el otro hombre había hecho. No me imagino si Ashton no hubiera llegado, no quería pasar otra vez por esto.

—¿Por qué mierda me separaste de él? Se merecía más—. Sus nudillos blancos mientras conducía. Ya había parado mi llanto, pero los sollozos aún estaban presentes.

—P-porque estuvo suficiente con eso. Y-y yo no quería que te pasara algo, podía llegar la policía—. Tartamudeé.

—Te podía pasar algo a ti—. Su voz enojada me hizo estremecer. No protesté, no quería que él llegara a decirme otras cosas más, además de estar sorprendida por su comportamiento.

Llegamos a mi casa, no sabía si darle un beso o simplemente irme.

—Busca ropa—. Ordenó fríamente—. Iremos a mi casa—. Yo tenía miedo de aceptar, pero tontamente bajé del auto.

Subí las escaleras, tomando mi bolso más espacioso. Busqué algunas prendas cómodas, y otras para ir mañana a la escuela, no quería ir con esta puesta nuevamente. Guardé mi cepillo de dientes y otros accesorios, por si los necesitaba. Subí de nuevo, colocando el bolso junto con el otro en la parte de atrás. Ashton todavía seguía enojado, lo noté por su mirada hacia el frente.

El camino volvió a ser silencioso, pero me atreví a tomar la mano de Ashton, no quería sentirlo tan lejos de mi, aún seguía asustada y yo lo sentía como mi protección. El camino conocido me hizo soltarlo, bajó primero que yo. Suspiré, tomando mis cosas y siguiéndolo con el paso lento. Llegamos a su apartamento, dejé mis dos bolsos en el sofá, siguiendo a Ashton hasta su dormitorio.