Amnesia | Ashton Irwin Fanfic.

Capítulo 28.

Las noches las estaba comenzando a sentir vacías sin Ashton. Me desesperaba no saber qué hacía y con quién, simplemente el lado celoso lo había empezado a desarrollar después de la fase pasada con él. Y realmente no me agradaba eso. 

Ashton había conseguido un nuevo trabajo en un gimnasio un poco lejos de su apartamento y también del mío. Sí, el apartamento que había querido comprar desde hace mucho tiempo, ya estaba conmigo, con el dinero de mi padre y parte del mío, puedo pagar la renta. En ocasiones varias voy a visitar a mamá, nuestra relación no cambió desde aquel día de la fiesta, y eso es algo que me encanta. 

Me levanté del sofá con frustración y me dirigí a la habitación para coger mi teléfono. 

Hannah:  Te extraño

Minutos después de enviar el mensaje, obtuve respuesta. 

Ashton♥:  Y yo te extraño a ti.

Hannah:  cuando volverás? :(

Asthon♥: Estoy saliendo justo ahora, dónde estás?

Hannah: en casa.

Ashton♥: Me tomaré eso como tu apartamento.

Hannah: bueno

Ashton♥: Te amo.

Hannah: Te amo!!!♥

Dejé el teléfono en el sofá y corrí hacia la cocina junto con el libro de recetas. Escogí la típica lasagna fácil de hacer en una de las últimas páginas. Esta vez saldría bien, la última vez que decidí cocinar para Ashton, se quemó el bistec y todo fue un desastre, sobretodo soportar las caras y sonrisas fingidas de Ashton, junto con un pulgar arriba diciéndome que todo sabía mejor cuando se pasaba de cocción. 

El apartamento comenzó a llenarse del olor a carne y salsa, todo estaba saliendo bien esta vez. Me apoyé en el mesón y revisé mis mensajes, contesté los pocos que tenía y me quedé mirando todo el apartamento de nuevo. 

Hace poco que le había cambiado todo, y se veía femenino y a la vez casual, como siempre lo soñé. No tenía la oportunidad de hacer eso en la casa de mi novio, puesto a que él tenía sus gustos, y a pesar de que fuéramos pareja con mucha confianza, no me veía capaz de ir a arruinarle su comodidad con mis cosas, aunque sé que él me dejaría cambiarla de todas formas.

Sumergida en mis pensamientos hasta que el olor exquisito en la cocina me indicó que estaba lista la cena. Dejé la bandeja de lasagna sobre el mesón de la cocina cuando la puerta sonó. Casi salté de felicidad. Al fin mi novio estaba aquí. Me encaminé hacia la puerta, y abrí. Ahí estaba mi chico, tan hermoso como siempre, tan atractivo y reluciente. Le lancé sobre él para abrazarlo, una risita escapó de sus labios y yo sólo me digné tratar de no explotar por la alegría.

 — Yo también te extrañé, preciosa.

A pesar de la sonrisa en su rostro había algo en su mirada que no terminaba de convencerme, eran varios meses conociéndolo, y sabía que tenía algo para decir, pero preferí dejarlo para después. Me separé de él, captando nuestros labios en un suave beso. Lo hice pasar.

***

Tras cenar, reír, charlar y contarnos acerca de los poco días que llevábamos sin vernos. Ash decía una que otra locura haciéndome reír, pero sin embargo, no terminaba de encajar con lo que estábamos diciendo.

— Bebé, ¿Tienes algo que decirme? — Pregunté sin más, su rostro perdió color por un momento. Me acerqué a él un poco más en el sofá, y puse mis manos en cada una de sus mejillas. — ¿Estás bien?

Él asintió rápidamente y cogió mis manos entre las suyas.

— En dos días me voy a Sidney.

Yo estaba enterada de que haría un viaje pronto a su país, pero no pensaba que sería tan repentino y tan pronto. No sabía qué decir o como reaccionar, sencillamente me quedé con la vista fija en un punto inexistente.

— Mamá se enfermó, y es mi responsibilidad ir. — Continuó. — Ya sé que tuve que haberte avisado antes, pero tampoco pensé que fuera tan pronto. — Se encogió de hombros. — Calum compró los pasajes, y hoy fue que me avisó que partimos en dos días. — Su voz se fue apagando a medida que fue avanzando. Clavé mi mirada curiosa en la suya vulnerable. Me estiré un poco para dejar mis labios en su mejilla, un intento de sonrisa escobó sus labios.

— Ash, está bien. Volverás. 

***

Las horas pasaron y Ashton estaba devastado porque no quería dejarme. Yo tampoco quería que se fuera, pero al final, cada uno tenía sus responsabilidades. Así mismo, pasaron los días, hasta que tuve que acompañarlo al aeropuerto. Decirle 'Hasta pronto' fue más difícil de lo que pensé, puesto que estaba muy sensible. Tal vez era un síntoma pre-menstrual, no lo tenía claro. Lo único que si sabía, y en lo único que podía pensar, era que extrañaba a mi hermoso rubio que hacía ya dos días desde que partió a Australia. Bien, ya solamente faltaban cinco más. Dios, sentía que moriría. No hacía más que enviarle textos cursis y llorar bajo mi edredón. Quizá estaba siendo dramática en el asunto, pero jamás pensé que extrañar a alguien te hacía querer desaparecer. Amar podía llegar a doler, y yo misma lo estaba comprobando.

Tras una tarde de dormir, llorar, dormir y llorar, la puerta sonó. Maldije por lo bajo. No esperaba ni quería ninguna visita. Tras quejarme y gruñir, me levanté para abrir la puerta. Me sorprendí al ver a un repartidor con un ramo de rosas rojas y blancas. Sin duda, mis favoritas. Después de firmar el recibo de que las había recibido, y soportarme la charla de que era importante que firmara puesto que las rosas las había mandado alguien desde fuera, el desconocido se fue dejandome con tal obsequio en mis manos. Lo dejé sobre la mesa y busqué la tarjeta. Una sonrisa del tamano de mi rostro invadió mi cara.

"No sabes todo lo que te extraño, mi princesa. Te amo en cantidades infinitas.

                                                             Sinceramente tuyo, Ashton. xx"

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Hola preciosuras!!!! Acá les dejo este capítulo. Tal vez es un poco corto, pero les juro que ni mi mejor amiga ni yo hemos tenido tiempo para centrarnos en escribir. Sin embargo, hacemos lo que está a nuestro alcance para estar siempre a la altura de los lectores.

Por cierto, feliz año nuevo <3. 

Gracias a todos los que leen, por favor no se olviden de comentar y votar :( Beeeeeesos.