Capítulo 30. (Final)

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Me costó adaptarme a la cama de Calum, y no porque fuera incómoda, sino, que me hacía falta Ashton en todos los sentidos. Tras llanto y sollozos, por fin me dejé llevar por lo pesado y cansado que había estado el día.  

La luz del sol traspasó con fácilidad la ventana puesto que estaba sin cortinas y sus vidrios eran lo suficientemente claros como para dejar al sol entrar sin más. Maldijé y abrí los ojos lentamente. Por un momento me sentí perdida, luego flashes de la noche anterior llenaron mi mente. Suspiré y me levanté.  

Salí hasta el living de aquella casa de chicos, Mike casi se ahoga con el cereal que estaba comiendo al verme. Luke viajó su mirada por mi cuerpo con cara graciosa.  

— Te llevaremos a casa para que te veas un tanto menos... adormilada.— Michael habló, tratando de disimular sus ganas de burlarse de mi. Rodé los ojos.

— No quiero verme menos "adormilada".— Hice comilla con mis dedos y les saqué la lengua.

— Iremos a un lugar al que seguro no querrás ir con esas fachas.— Abrí mi boca para preguntar a dónde íbamos, y como si Luke hubiera adivinado mis pensamientos, continuó.— Y no, no sabrás dónde es hasta que lleguemos.

***

Tras pasar el camino a mi casa quejándome porque no me dirían a donde me llevarían, y hasta amenazarlos de una denuncia por secuestro, sólo me resigné. Ellos se quedaron en mi cocina comiendo todo tipo de bocadillo que conseguían, y yo, me di una ducha relajante.  

Pasado aproximadamente 10 minutos, salí con una toalla alrededor de mi cuerpo. Abrí mi closet, sacando unos jeans oscuros, un sweater de lana gris bastante femenino, y unas botas negras. No era un día frío, pero sin mi chico... Todo era frío dentro de mi. Desenredé mi cabello atandolo en una cola alta. Dejando por fuera mi flequillo.  

Cuando dije que estaba lista, los chicos insistieron que en me agregara un maquillaje ligero. No tenía ya ganas de discutirles nada, así que hice lo que me pidieron. Incluso hasta me perfume.  

— Bien, espero que estén conforme porque no pienso volver a la habitación.— Dije cuando salí tras hacer todo lo que ellos habían pedido.

— Estás más que genial.— Comentó mi amigo rubio y le agradecí con una pequeña sonrisa. Compartió miradas con Mike, y luego de un silencio, por fin habló.— Bien, es hora de irnos.

No estaba dormida durante en camino, sólo iba recostada de la ventana con los ojos cerrados. Estaba en un momento de depresión sin Ashton y no podía negarlo. Según Michael, nos queríamos una cuadra antes del lugar, y me llevarían con los ojos vendados, yo sólo asentí.  

Al entrar al lugar misterioso, sentí un un frío ambiental extraño. Sabía que había muchas personas por el ruido que había. Agradecí ir abrigada. Caminé torpemente guíada por los chicos, hasta llegar a un lugar, donde una voz nada familiar pero muy obvia del lugar donde estabamos dijo "El vuelo 566, desde Sidney, con destino a Londres, ha tenido 5 minutos de adelanto gracias a la desaparición de la turbulencia. En breve estarán aterrizando."  

Hice que me quitaran eso rápidamente de los ojos, no podía creer lo que estaba escuchando. ¡Estábamos en un maldito aeropuerto! Miré a los chicos ansiosa, con ojos llorosos. Mi corazón latía a mi y mi estómago se movía sin parar. Pronto un avión estuvo aterrizando en la pista, que podíamos ver por el cristal que era las ventanas de los adentros del aeropuerto, que era donde estábamos. Me acerqué a la puerta de desembargue, con alguna esperanza. Claro que estaba pensando en Ashton, claro que tenía que estar acá. Pero entonces se me ocurrió la decepcionante idea de que sólo vinimos a recoger a Calum, y que él, tal y como yo le había pedido, se quedó lejos de mi vida. Suspiré frustrada, y comencé a alejarme del lugar en dirección al baño.  

— ¿Hannah? — Escuché detrás de mi cuando comencé mi camino a un lugar diferente. Me volqué, y sonreí amplio al ver al chico moreno frente a mi.

— ¡Calum! ¡Que gusto verte! — Me acerqué dandole un  amistoso abrazo. Por inercia, busqué con la mirada a nuestro alrededor y no había señales de Ashton. Mike y Luke se acercaron uniéndose a nuestro abrazo.— Voy al baño, sólo cinco minutos.— Prometí y entonces sí, me encaminé al baño.

Me miré en el espejo, unas ganas de llorar me llenaron los sentidos. Pero no podía, no había. Me mojé las manos, para así, mojar mi nuca y soportar un poco aquellas increíbles ganas de desvanecerme. Sin más, pronto estuve de vuelta con los chicos. Caminaba tranquilamente, pero con la mirada baja. Por mi torpeza tropecé con la espalda de alguien.  

— Lo siento, señor. Yo no... — Mis palabras se cortaron cuando alcé la mirada y me encontré con aquellos ojos color miel que sabían derretirme muy bien. Estaba anonadada. ¡Era Ashton! ¡Por dios! ¡Era él! No podía hablar. Mi boca estaba abierta, pero no salía de ella palabra alguna. Mi corazón iba a dejar de latir en cualquier momento, y mis piernas fallarían.

— Hola.. — Musitó suavemente, y sin tan siquiera pedir permiso, me tomó entre sus brazos. No necesité nada más en ese momento. Lo abracé con toda la fuerza de mi cuerpo, mientras mi escondía en su pecho.— Han, lo siento tanto, mi amor. Lo siento por todo. Tengo muchas cosas que explicarte, nunca fue mi intensión hacerte enojar de tal forma. Por favor disculp... — Su discurso fue interrumpido por mis labios en los suyos, con un beso suave.

— Está bien, ya pasó. No sabes todo lo que te extrañé.— Volví a abrazarlo como si mi vida dependiera de ello. Pero me tomé un segundo para ir, y abrazar a mis tres amigos.— Gracias por esto. No saben lo feliz que han llegado a hacerme.

— ¿Hannah? — Musitó Ashton a mis espaldas.

— ¿Sí? — Me volteé a verlo aún abrazada a mis amigos.

— Cásate conmigo.

                                                                                                                                              

                                                                                                                                                                   Fin.

Amnesia | Ashton Irwin Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora