Capítulo 20.

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PDV Ashton.

Abracé con dulzura, tristeza y temor a la hermosa chica que sólo soltaba lágrimas frente a mi. Quedé totalmente shockeado con eso, podía imaginarme de todo, pero nunca que la violaran. Nunca se me pasó eso por la mente. Las piezas de cuando la llevé a mi lugar favorito, su desesperación por escapar de mi, le daba sentido a todo. La ira creciente en mi me daban ganas de ir a Cheshire y matar a ese maldito bastardo que se atrevió a hacerle eso a una niña de 14 años, ¡14 jodidos años! Maldita sea. El dolor que me daba escucharla llorar de esa manera en mi pecho desnudo no lo podía describir.

—¿Tú estás bien? Quiero decir ¿No pasó nada malo después de eso?—. Pregunté tontamente en su cabello, intentando ser lo más tranquilo posible.

—S-sí. Me hicieron exámenes y estoy bien, por suerte—. Dijo casi inaudible. La alejé de mi, sus ojos pequeños por el llanto. La besé con amor y dulzura, mis labios posándose en sus ojos, para luego ser puesto en sus labios rojos. Mi mano acarició su cabello cuando ella sólo se aferró a mi con miedo—. Fue horrible, él fue tan cruel conmigo al llevarme ahí—. Rompió el llanto una vez más—. Me dolió, no pensé que sería de esa forma, me dolió tanto—. Se quejó en voz baja.

—Prometo que quitaré esos recuerdos. Prometo ser alguien mejor para ti, Hannah—. Sus labios fueron tomados entre los míos. Sentí el temblor de su labio inferior, lágrimas cayendo nuevamente de sus ojos—. Lo prometo. Por ti—. Completé. Sus manos viajaron a mi mandíbula, dando un toque relajante, haciendo una función no tan fallida. Pegó su frente con la mía, mi mano derecha limpió sus lágrimas con desesperación de no verlas más allí—. No llores más, por favor—. Dije, aunque no tenía mucha ciencia, pero simplemente me dolía verla destrozada de esta vil manera.

—No me dejes, Ashton, por favor—. Rogó entre lágrimas.

—No lo haré, bebé—. Aseguré. Besó mis labios con amor antes de que su rostro se tirara en mi pecho. Sollozos llenando el dormitorio—. Shh, ya pasó—. Mis manos intentaron dar un efecto tranquilizante en sus pecho mientras ella intentaba nivelar su respiración de nuevo. Los pensamientos imaginándome a la pequeña chica de cabello castaño en mis brazos, siendo violada por un asqueroso viejo hijo de puta, rondaba en mi cabeza, dejándome sin qué pensar. No podía sacarlo. Algún día ese idiota lo pagaría, si es que ya no lo hizo, claro. Cerré los ojos antes de dejar un beso en la cabeza de mi chica, intentando acompañarla en su temeroso sueño.

**

PDV Hannah.

Mi cabeza dolía de una manera terrible, mi mente recordando lo que había pasado la noche anterior. La mano de Ashton aún estaba a mi alrededor, sus largos dedos tomando con miedo mi vientre. Mis uñas rasgaron con lentitud sus nudillos mientras seguía perdida recordando. Todo fue tan rápido, mi mente despertó, sabiendo que no estaba en mis planes contarle a él lo que me había pasado, sin embargo, siento un aire libre de haber podido desahogarme con alguien que no haya sido mi mamá, papá o la psicóloga de Cheshire.

Las cortinas filtraban una luz natural muy latente, el día estaba hermoso hoy, a pesar de que yo sentía que me veía del asco. Suspiré, intentado estirarme, siendo un poco fallido porque Ashton no me dejaba moverme demasiado. Me tiré rendida de nuevo en la almohada forrada de blanco, mis dedos trazando figuras sin forma en ella, sintiéndome mejor sabiendo que tenía un hombre bueno a mi lado. Sonreí cuando sus ronquidos fueron un poco audibles y su aliento golpeaba en mi oreja, dándome un efecto tranquilizante.

Me abrazó más a él, supe que estaba despierto cuando gruñó, sentí su cabeza moverse hacia atrás y hacia adelante, contrayendo sus músculos. Me reí levemente cuando presionó en mi estómago, haciéndome dar la vuelta a su cara. Sus ojos entrecerrados, mis manos tocaron las pequeñas bolsas debajo de sus ojos, él me dio una sonrisa mientras sus labios dejaron un beso rápido en mis labios.

—¿Está todo bien?—. Apenas fue audible para mi. Asentí con la cabeza, bajándome para dar un beso en su pecho desnudo, sintiendo su cuerpo caliente en el mío.

Me apretó a él con suavidad, definitivamente esta era la mejor manera de comenzar las mañanas para mi. Sus piernas se rozaron con las mías, mi piel erizándose cuando él trazó líneas en mis caderas.

—Ya quiero graduarme—. Me tiré hacia atrás con los ojos cerrados, mis manos limpiaron mi cara con rapidez antes de bufar, tirando los brazos a mis costados.

—Pronto—. Me aseguró. Me imaginé a Ashton con un traje en la graduación, sabiendo que en realidad a él no le gustaban ese tipo de vestimentas, más que sus camisas anchas negras y grises, jeans realmente ajustados, botas o converse blancas. Se veía hermoso de la manera que fuera, no me importaba mucho en realidad.

Me levanté después de unas cuantas cosquillas, encendí tontamente el calentador de agua para darme una ducha larga, sin la intención de quitar el toque latente de Ashton en mi piel. Lavé con pereza mi cabello, masajeando mi cuero cabelludo y las puntas de este. Enjaboné con tranquilidad mi piel, el olor a vainilla inundando mi nariz cuando salí al dormitorio. Estaba vacío y aproveché para vestirme antes de que él llegara. No sabía muy bien lo que haríamos, puesto a que era domingo, pero elegí una ropa casual y fresca para el día. Terminé con mis vans y mi cabello atado por el calor que sabía que haría. Peleas tontas en el desayuno/almuerzo de Ashton y yo. El café siendo escupido de mi boca cuando me hizo cosquillas en el abdomen. Le pegué en el brazo, sabiendo que era tontería porque no tenía la fuerza suficiente para que le dolieran mis toques. Me besó con su sabor de menta usual en la boca, mordiendo mi labio antes de alejarse a su dormitorio.

**
Luego de que fuimos por películas rentadas, dulces para comer y una tonta discusión con Ashton acerca de que no querría mirar personas peleando ni matándose un las películas. Hasta que se dio por vencido. Entré a la habitación por una coleta para atar mi cabello. A él le gustaba suelto, pero ignoré el hecho, arriesgándome a que la quitara de donde estaba y la dejara tirada en algún lugar de la casa. Mi mente comenzó a volar, desde el momento en el que su mirada chocó con la mía aquel día en el autobús, hasta donde estábamos ahora. Tantos altibajos, y sin embargo, sentía que nos quedaba muchísimo más para dar.


—¿Hannah? — La voz detrás de mi, haciéndome sentir que algo se quemaba en lo más profundo de mi estómago. Me giré, y lo observé mirarme atento recostado del marco de puerta.

—¿Hm?
—Quiero que cierres los ojos.— Mi claro gesto de confusión, lo hizo sonreír. El claro de sus ojos, llenándome de tranquilidad.— Sólo confía.— Asentí, haciendo una mueca con mis labios. Cerré mis ojos dudosa, preguntando qué traía entre manos, sin embargo, sólo me dejé llevar. Escuché sus pesados pasos en la cerámica del suelo. Mi corazón se aceleró de manera inexplicable cuando sentí su respiración en la parte trasera de mi cuello. Movió mi cola a un lado, dejando en completa libertar el área de mi nuca. Sentí el frío de un material descansar alrededor de mi cuello, hasta entre mis clavículas. Comencé a abrir mis ojos cuando escuché su ronca voz en mi oído.
—Sé que he dejado de estar en muchas ocasiones.— Mis manos tomando el dije de la cadena de plata, era un ojo. No lo entendí en primer instante, pero sólo bastó su explicación.— Y me siento mal por ello. Pero quiero que siempre que lleves ésta cadena contigo, no te sientas sola. Porque jamás te he dejado sola.— Me volqué para mirarlo, mi cerebro procesando las palabras y las acciones, incapaz de conseguir algo digno de decir.— Siento que te he amado por un millón de años, y sé, que te amaré por mil millones más.
—Ashton…— Mis manos acariciando sus mejillas, mis ojos perdiéndose en los suyos.— Ninguna medida de tiempo contigo será suficiente para demostrarte todo lo que te quiero.— Sus labios en los míos, de un momento a otro. Era increíble que las cosas más maravillosas pasaran en menos de 15 minutos. Y puedo jurar, que en ese momento me sentí infinita.

Amnesia | Ashton Irwin Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora