Me desperté al sentir un peso en mi estómago, mis ojos abriéndose lentamente para ver a el chico de ojos claros, abrazándome el abdomen. Yo sonreí, nunca me había encontrado con un chico así, uno que quisiera quedarse conmigo toda la noche. Recordé lo que había pasado anteriormente, estaba decidida a mudarme de esta asquerosa casa, a un apartamento para mi sola. Sin preocupaciones ni nada más. Entre pensamientos, noté que mi mano había agarrado el cabello de Ashton, masajeando levemente. Sonreí al verlo respirar en un ritmo acorde a su sueño, al parecer tenía un dormir muy pesado.
La negatividad llegó rápidamente a mi mente, pensando en que él sólo podría estar jugando conmigo, y por alguna razón se acercaba a mi. Sólo un beso cambió mis pensamientos, pero la verdad es que yo no sabía qué pensar. Hace casi tres años que no sé lo qué es amor, y tengo miedo de salir herida como la última vez, ni sabía por qué pensaba eso, Ashton y yo sólo éramos amigos; junto con un par de besos.
Mi corazón se aceleró al ver sus ojos abrirse en ritmo tranquilo, no sabía qué pensaba, pero su mirada era confundida. Se levantó extrañamente rápido, lo miré extrañada, tomándolo del brazo. Parecía asustado. Se calmó con mi tacto y dirigió su mirada hacia mi.
—¿E-estás bien? ¿Tienes algo?—. Mis dedos tocando su cabello, él relajó su mirada, soltando un suspiro pesado.
—Sólo, me asusté. No pasa nada—. Su risa salió nerviosa. Él no esperaba despertar en mi estómago, ¿Por qué?
—¿Asustarte? Estás aquí desde anoche.
—No acostumbro a despertar con nadie, vivo solo—. Dijo obvio. Yo asentí, levantándome de la cama.
—Uhm, Ashton es mejor que te vayas ¿Sí? No quiero discutir con mamá de nuevo—. Mi voz salió calmada, mientras recogía alguna que otra cosa del suelo, para ordenar un poco. Él asintió.
—Pero, hoy se supone que te recogería, para ir a la feria, ¿Recuerdas?
—No... Ashton, necesito un momento, perdón, lo podemos dejar para otro día—. Le di una sonrisa, más bien una mueca, no quería ser cruel, no después de lo poco que hizo por mi. Empezando por hacerme sentir bien. Dio un suspiro un poco molesto, sus ojos hinchados por el despertar de hace unos minutos, su cabello estaba desordenado, quería peinarlo. Le sonreí un poco, y me acerqué a él, su respiración siendo agitada cuando mis dedos tocaron lo fino y rizado que era su cabello. Se sentía bien, para mi y para él, y yo no quería encariñarme con eso. Me alejé apenada, él me dio una sonrisa, sabiendo que todo estaba bien.
—Te veo luego, Hannah—. Salió de la habitación, dejando el caliente de sus labios en mi mejilla. Sonreí tontamente, mientras me tiraba a la cama, tocando mi cabello para peinarlo. Él era tan bueno y hermoso, que no parecía real el hecho de haber dormido junto a mi, sólo para calmar el miedo de la noche. Me sentí diferente al despertar con él, me sentí acompañada y protegida de alguna forma.
**
Salí de la ducha con una toalla en mi cuerpo, el agua de mi cabello mojando el piso mientras me acercaba a mi closet. Elegí esta vez un vestido floreado color rojo, cardigan y vans blancos. Comencé a desenredar mi cabello, colocándome mis prendas íntimas, pasando a colocarme mi ropa. Busqué mi bolso, celular y dinero en mi cama, sabiendo que él ya estaba abajo para recogerme.
Bajé las escaleras para encontrarme con mi mamá, ella estaba revuelta y hecha un asco por completo. Mi mirada de desprecio la hizo sonreír cuando ella me miró.
—¿Adónde vas?—. Me dijo “interesada” tocando mi cabello, mi cabeza moviéndose a un lado para alejar su tacto de mi.
—No es de tu incumbencia.
—Ese vestido está corto para ti, Lore—. Su sonrisa me hizo querer escupirla e irme de ahí por siempre, como lo había estado planeando. Dos años, dos años soportando esto, hasta que llegué a mi punto de no querer verla más, que se quedara con su maldito alcohol, su dinero y casa para ella sola, no hacía más que complicarme mi vida, nunca pensé que algún día hablaría así de ella, no después de verla peinando mi cabello luego de la ducha, y los cuentos en el jardín trasero. Me dijo Lore. Ella sabía que mi papá siempre me decía así, sólo él. Ella era repugnante y mala.
—No me digas Lore—. Casi susurré, saliendo del lugar con olor a alcohol.
Alcancé a la vista el auto de Ashton, quería abrazarlo, por alguna razón.
—Hey, Hannah—. Me sonrió cuando entré en el vehículo. Le di una débil sonrisa, mientras acomodaba mi cabello detrás de mis orejas. Su mirada curiosa en mi, mi respiración agitada cuando él tomó mi mano, acariciándola, apartó su tacto al ver mi reacción—. ¿Está todo bien? ¿Estás enojada?—. Mis ojos encontraron el color claro de los suyos, la preocupación invadiendo su mirada. Yo negué con la cabeza.
—N-no estoy enojada, uhm, sólo—. Dejé de mirarlo—. Peleé con mi mamá hace rato y me hizo molestar, pero no estoy enojada contigo—. Sonreí levemente hacia él, asintió sin profundizar el tema. Agradecí eso.
Comenzó a conducir cuando le di la dirección de la feria donde quería ir. El camino fue silencioso, Green Day invadiendo el auto con un sonido bastante bajo, Ashton tarareando alguna de las canciones. Mi mirada veía el camino conocido, sonriendo al pensar en algunos libros que ansiaba encontrar ahí, hace tiempo no me encariñaba con una, y esperaba hacerlo esta vez.
El gran lugar estaba lleno de personas, tercera feria y no pensé que hubieran tantos aficionados por los libros. Salí del auto, inhalando el olor de árboles que había, me relajaba ver.
—Hey, bienvenida a la tercera feria del libro en Londres—. Un chico de cabello rubio me saludó, con una sonrisa.
—Gracias, no pensé que hubiera tanta gente—. Reí y él me acompañó. Me entregó una pequeña calcomanía con el logo de la feria, en mi pecho, le agradecí, desapareció entre las personas, dejándome sola.
—¿Vas a entrar?—. Escuché la voz detrás de mi. Se veía un poco abrumado, sólo asentí. Mi corazón estalló cuando sentí su mano en la mía, sus largos dedos tocaban las uñas pintadas que tenía. Me agradaba.
Comencé a ver los libros que estaban en las diferentes categorías. Pasé por horror, y vi algunos que llamaron mi atención, pero no para leerlos. Era escalofriante, quedar con la duda de qué pasaría con los protagonistas, sabiendo que tenía que dormir, sin poder terminar la lectura, los prefería en los libros. Caminé junto con Ashton, él estaba muy cerca de mi, observándome leer las portadas de los libros.
—Este se ve interesante—. Agarré “Rosas en el pecho”. Leí el prologo por detrás, la historia era combinada de amor, sexo y angustias. Me parecía interesante. Decidí comprarlo, pasando el dinero hacia la chica de lentes grandes y cabello rizado, le agradecí al recibir la bolsa plástica en mis manos.
Seguí caminando, distrayéndome con los prólogos de los libros que llamaban mi atención, casi todos eran de amor y drama, algunos me captaban más que otros. Compré dos, Rosas en el pecho, y Detrás del sofá. El último trataba de amor y suspenso. Mis favoritos. Llegamos hasta los bocadillos que ofrecían gratuitos, mis manos agarrando los dulces de fresa con crema batida y algunos pretzels para acompañar. Ashton estuvo silencioso todo el tiempo, observando todo mis actos. Aparte de sentirme acompañada, me sentía vigilada y protegida.
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Amnesia | Ashton Irwin Fanfic.
FanfictionEspero que esta novela sea de su agrado. Soy nueva acá en wattpad y es la primera novela que me atrevo a subir, me gusta bastante escribir. Disfruten la novela. <3 Por favor, les agradecería montones si comentaran y votaran :( de verdad me ayudar...