Treinta y tres

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-...please, don't stop the musiiiic eeeeh- Ana, de golpe, se levanta, y le pasa el trombón, y, mientras Alfred toca el trombón, ella intenta recrear el baile de Vicky en la final.

Cepeda me mira y ríe.

Pero esta vez no me importa. Sé lo que siente Alfred, sé cuál es su relación y Ana baila increíble.

Cuando Alfred termina, la habitación entera estalla en un aplauso como ninguno otro. Todos tenemos buena voz y hemos hecho grandes interpretaciones, al no tener nervios ni público desconocido, pero Alfred ha hecho una genialidad.

Además, tocar un instrumento como el trombón, sin equivocarte, en directo, sin filtro, es de admirar. 

También influye saber que es la última actuación de esta noche improvisada y nos ha emocionado haber formado parte de esto una vez, aún a pequeña y diferente escala. 

-¡Alucinante Alfred!- dice Ricky, visiblemente emocionado y embriagado de felicidad por la situación- Tras estos minutos, el jurado ha tomado una decisión. Os pedimos a todos que os levantéis de la silla y vengáis aquí al centro, detrás de mí, para que veamos quién pasa la pasarela y quien queda nominado. Los que pasen la pasarela se pueden sentar en su sitio. Sin más dilación, empezamos con las valoraciones. 

El jurado empieza a hablar con cada uno de nosotros, individualmente. Cada uno se dirige a una persona. Y casi todo son elogios. 

Aitana pasa la pasarela de las primeras y, entonces, entiendo, que es mi turno.  

-Amaia- dice Alfred. Me ruborizo al saber que es él quien ha pedido valorarme. Siendo como es puede salir con cualquier cosa. 

-Dime- asiento. 

-Cada uno de tus matices me ha llegado al corazón y me ha hecho viajar en menos de tres minutos de la Tierra hasta Marte. Eres la perfección vocal, transmites como nadie más sabe hacerlo, perdonadme el resto,  y creas una conexión mágica con aquel que cantas. Ojalá haber tenido la oportunidad de cantar contigo hoy, para que hubieras desnudado mi alma acompañándome a nuestra ciudad de las estrellas- suspira. Todos permanecemos en silencio. No queremos, siquiera, respirar para no cortar este momento sacado de película. Ojalá no dejara de hablar nunca. Ante la expectación de todos, prosigue- Por favor, cruza la pasarela- dice de forma dulce. 

Todos aplauden y yo no puedo ni vocalizar un gracias que invade cada centímetro de mi interior. En vez de cruzar la ficticia pasarela y sentarme, voy hacia la mesa donde están y, ante un sorprendido Alfred, me lanzo a sumergirme en uno de sus abrazos que dan años de vida. Él me corresponde con fuerza. Y todos respetan este momento mágico. 

Poco a poco me separo de él y, a pesar de tener muchas ganas de besarlo, entiendo que las cosas han cambiado, él ya no se va lanzar a darme un beso, ni yo volvería a rechazarlo. Con una sonrisa agridulce, me separo y me voy a mi sitio. 

Nadie hace ningún comentario. Este momento ha sido nuestro, íntimo y nadie más tiene cabida. 

Las demás valoraciones siguen. Todos han pasado y se han sentado. El único que queda por valorar es Cepeda y, luego, terminará este juego y empezará una fiesta muy diferente a la anterior. 

-Cepeda- dice Roi. Me da la impresión de que esto va a ser gracioso. 

-Sí- dice Luis. 

-No voy a andarme con rodeos- dice firme-. Estás nominado- todos empezamos a reír a carcajadas menos él, quien no sabe si reír o llorar-. Pero, ya que eres el único que lo está, hemos decidido no hacerte el feo de pasar una semana con esa angustia. Total, que tienes que abandonar la Academia. 

Las risas vuelven a estallar. Aitana ya va por los suelos. Luis se empieza a reír con nosotros. 

-Y no sacamos la pizarrita- prosigue Roi- por si Aitana te vota y aún te salva. 

Aitana deja de reír, algo molesta, y el resto reímos con más fuerza. Esta vez soy yo la que casi está por los suelos. 

-Anda, Cepeda, ve a sentarte y no hagas caso- dice Ricky. Luego carraspea intentando llamar nuestra atención y que todos permanezcan en silencio. Entendemos lo que quiere y lo hacemos-. La gala está apunto de terminar, pero nos gustaría proponeros una última cosa- todos empezamos a murmullar, ante un Ricky sonriente que nos manda a callar otra vez- ¿Os apetece que cantemos juntos ''Camina''?

Todos asentimos y nos levantamos, sin ninguna duda. 

Nerea pone la canción y, como nunca, cantamos nuestra canción. 

***

-¿Qué tal?- esa voz tan particular solo puede ser de Alfred. Me giro y confirmo mis sospechas. Aitana comprende que tenemos cosas que decirnos y, sin interrumpir el momento, se va.

Desde que la gala ha terminado no hemos podido hablar. Entre la cena, hablar sobre las actuaciones y preparar las cosas, no he encontrado el momento para acercarme. 

Ahora, con una copa en la mano medio vacía, era cuando había decidido ir. Y, como siempre, él llega primero, él es el atento, él sabe lo que quiero. 

-Ahora que estás tú, mejor- le digo. Acto seguido, me termino la copa y la dejo en la mesa en la que estoy apoyada.

-Me ha encantado vuestro "Con las ganas"- dice. Él se termina su copa y la deja al lado de la mía rozándome la mano durante un segundo que desearía eterno.

-Y a mí tu trombón- le digo.

-¿Sí?- dice de forma pícara. Creo reconocer lo que está pensando y me ruborizo.

-Ai Alfred... Bua... Qué no... A ver... Me ha gustado mucho toda tu actuación- contesto. Él ríe.

-Pero lo mejor ha sido hacer de juez- se acerca a mí. Hay escasos centímetros entre su cuerpo y el mío. Me mira a los ojos.

-Ha sido precioso lo que has dicho Alfred- digo nerviosa.

-Lo mereces todo. Esa ha sido una mínima parte de todo lo que me has hecho sentir al cantar- dice.

-Tú también me haces sentir cosas increíbles cuando cantas- le digo, vengonzosa. Él se acerca aún más a mí y me siento feliz, aprisionada.

-¿Cómo qué?- susurra, cada vez más cerca.

-También me llevas de la Tierra hasta Marte- susurro.

-¿Te apetece viajar esta noche?- me mira los labios con un deseo que parece loco e insaciable.

-Contigo, siempre.

Envuelvo su cuello con mis brazos y me lanzo a besarle. Él me agarra de la cintura, sin dejar ni un solo milímetro entre nuestros cuerpos. Mis labios se funden en los suyos al borde de la desesperación, como si fuera la única cura para mi sed, como si fuera el aire que me falta, como si le hubieran pertenecido desde siempre.

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¡Hola chicxs!

Qué diferente esta fiesta de la anterior.

¡Por fiiiiin!

Os dejo con una pregunta:

¿Qué creéis que va a pasar ahora? ¿Los van a cortar, ellos van a separarse, van a irse a la habitación...? ¿Significa que está ya todo solucionado?

Pronto el siguiente.

Mil dieciséis gracias por ayudarme a crear esto.

¡Qué os sigan las luces!

¿Qué es mi vida sin ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora