-El único que me ve así eres tú- digo acercándome. Y él calla, dejándome jugar, perdido en mi desnudez.
Mi dedo índice dibuja un corazón en su cuello.
Él cierra los ojos y suspira, dejándose llevar por las cosquillas.
Le quitó, botón a botón, la camisa hawaiana y empiezo a besarle el cuerpo.
Él, de repente, abre los ojos y se aparta.
-No puedo, para- dice.
Me levanto, como una niña a la que le han quitado el juguete, y paso del enfado por el rechazo a la pena.
-¿No me quieres?- digo mirándole a los ojos, con cierta aura infantil.
-Sí, te quiero, pero- dice- estás borracha.
-No lo estoy- digo, mintiendo. Porque si de algo soy consciente al 100% ahora mismo es de que no soy consciente de nada.
Me enfado y me apoyo en la puerta. Pongo pucheros. No quiero estar aquí si estoy mal con él.
Él me mira y, poco a poco, su cara de odio disminuye y se convierte en una de compresión y ternura.
Se acerca a mí y me coge en brazos. Yo le abrazo y me acomodo.
Me deja en la cama, suavemente y se quita el pantalón y los zapatos. Se pone una camiseta y me mira. Luego, busca entre mi ropa interior y me pone la parte inferior.
Coge una de sus camisetas de manga corta más grandes y anchas y dulcemente me la pone, como si de un bebé me tratase y él hubiera estado cuidando de mí toda mi vida.Después, se echa a mi lado boca arriba. No sabría adivinar qué está pensando ahora mismo.
-¿No vas a la fiesta?- pregunto, mirándolo.
-No te voy a dejar sola- dice él.
-Puedes ir con tus amigas si quieres- digo, un tanto mareada ya, sin rencor ni dolor. Me apetece hablar, decir tonterías y, no sé por qué, ahora no me importa lo que haga Alfred- son muy guapas.
Alfred niega con la cabeza.
-Esas no son mis amigas Amaia.
-Cuando he visto a tus amigas me he quedado BUA- digo, sin poder parar de hablar y sin poder evitar decir todo lo que siento- están súper buenas, me dan una paliza- y empiezo a reír. Atropeyádamente sigo hablando- Y claro, me he sentido súper mal y me he ido con Aitana pensando BUA vamos a fastidiarles y luego hemos bebido algo y me he ido a jugar a piscina. Total, que eso, que me pierdo. Que esas amigas me dan mil patadas, son perfectas, tienes buen gusto- termino.
-Estás muy muy borracha.
-Solo me he bebido un trago de algo, en serio- digo, y me echo a reír otra vez.
Él me mira, sonríe y niega con la cabeza.
-No sé cómo has podido pensar que esas estaban mejor que tú. No te llegan ni a la suela de los zapatos.
-Va, admítelo. Una tenía mejores tetas, otra mejor culo, eran mucho más guapas que no es difícil... Bua. No pasa nada si me lo dices, si yo también lo veo. Entiendo que las prefieras.
Digo, pero esta vez trago saliva y no me apetece sonreír. Tampoco llorar. No sé lo que siento, pero mi cara es indiferente y me apetece continuar diciéndole todo lo que pienso.
-No las prefiero. Estaba haciendo el tonto porque estaba enfadado. Siempre te voy a preferir a ti. Y tú eres mi TOP Amaia. Ninguna chica es más guapa, tiene mejor cuerpo, es más buena o inteligente que tú. Eso es lo que pienso y siento- confiesa.
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¿Qué es mi vida sin ti?
Fanfic-Amaia, ¿estás bien?- pregunta al oír mi respiración nerviosa. Me conoce demasiado bien. -No lo sé- contesto, sincera y rota. Él suspira. -¿Quieres que me vaya? -No lo sé- vuelvo a contestar. -Pues me voy- oigo como empieza a incorporarse. No sé s...