8.-Revelaciones letales

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Grace:

No, nunca, jamás. Negarme de diferentes formas y el caso omiso que él hacía a ello estaba desesperándome, ¿en serio era capaz de besarme en contra de mi voluntad con siquiera tres días de "conocernos"? ¿Qué es esto? ¿Una mala película de no ficción?

Lo único que yo podía sentir al respecto era asco, repulsión. ¿Cómo podía pensar siquiera que por agradecimiento iba a olvidar todo lo anterior? Para poder hacer a un lado eso, al menos tenía que haber algo demasiado grande de por medio, como de vida o muerte, porque definitivamente si podía evitarlo lo haría. Además, si conectaba los puntos, este beso que quería darme debía funcionar como una clase de paga por el acto heroico, pues este niño no iba a hacer nada por amor al arte, era obvio que existía algún interés de por medio. Seguro tenía que ver con ese "juego" que él mismo había dicho que empecé el día que le hice la mejor pregunta de su vida.

¿Por qué el tipo tenía que estar en los lugares a los que yo tenía que ir? ¿Quién rayos vive en un sótano? Él era un acertijo demasiado complicado, y no tenía tiempo para lidiar con estas cosas de bebés.

—En serio estoy considerando eso de que sí has tenido unos cuantos hombres encima a manera sexual—alejé su cara de la mía asqueada—. Eso, o de verdad eres muy estúpido. ¿Cómo me crees a mí, Grace Smith, capaz de darte un beso después de toda la porquería que has hecho? Necesitas ayuda, y de la buena. No sé qué concepto tienes de acoso, pero creo que es justo lo que haces conmigo.

—No es justo que me llames gay y acosador al mismo tiempo, pero está bien, puedo vivir con eso—se encogió de hombros y aunque sentí que mi franqueza le incomodó un poco, retomó su aire de control—. Más adelante, quizá te dé un motivo por el que tengas que besarme, uno más interesante que no implique haberte salvado de un golpe en la cabeza.

Reí con demasiada gracia, él juraba que en serio yo iba a besarlo algún día.

— ¿Y qué te dice tu inferioridad alfa?—ladeé curiosa la cabeza—, ¿qué si me besas también vas a disfrutar el beso o solo se trata de algo que quieres hacer porque no me dejo de buenas a primeras?

Silencio, súbito silencio mientras seguía mirándome. Otra pregunta de la chica de rojo, pero sin veneno. Al menos Dios se divertía con la situación, porque en ese justo momento se restableció la luz y pudimos mantenernos la mirada por unos segundos.

—Mi inferioridad alfa dice que cuando menos lo esperes recordarás esta conversación, y te molestará mucho saber que tendrás que retractarte—me lanzó un beso y luego sonrió—. Cómo sea, ya tengo que irme, esa bata azul que llevas es demasiado tentadora y no me voy a echar más crímenes encima. Espero te recuperes y vuelvas a la contienda pronto.

Por primera vez parecía decir algo en serio, pero tenía que admitir que para mentir tenía una agilidad impresionante. ¿Generar un apagón de luces solo para tener unos segundos conmigo? En serio, qué asco. Los hombres cuando algo se les niega, es como invitarlos a que sigan intentando, no entiendo porque ni para qué lo hacen, solo quiero pensar que no todos son así.

Justo cuando él iba a salir de mi habitación, alguien que iba a entrar casi le golpea la cara y quise reírme como nunca, aunque al mismo tiempo temí de quién fuese.

—Señorita Grace Smith, disculpe—irrumpieron un par de policías—, queremos hacerle un par de preguntas si nos permite.

Jhon estaba detrás de la puerta todavía y me miraba con una atención impresionante, o pidiéndome que no lo delatara justo allí o esperando mi reacción a ver si terminaba de sorprenderlo lo suficiente.

—No hay problema, puedo rendir mi declaración con gusto—sonreí en dirección a ese niño, y de inmediato los policías le vieron.

—Señor, ¿qué hace usted aquí? Este es un asunto oficial, le pido que se retire de la habitación—luego ellos me miraron—. Señorita, ¿este señor es familiar suyo?

Dreamy Girl Dancer © (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora